- José María Zalbidegoitia preside Talde desde 1999 y afronta un nuevo periodo de crisis al frente de la empresa. Los próximos meses habrá oportunidades de compra de compañías, pero existe el riesgo de que algunas caigan en manos de los fondos que buscan una rentabilidad inmediata sin preocuparse de apuntalar el futuro de la empresa.
Detrás de Talde hay 44 años de historia y muchos retos en el futuro.
—Talde ha sido un buen negocio para los inversores. La sociedad de capital riesgo (SCR) ha dado una rentabilidad neta anual del 10% desde su fundación. En los últimos 20 años ha dado una rentabilidad del 14% y el fondo que estuvo activo en la anterior crisis, en un periodo muy complicado, dio una rentabilidad neta del 6,4%. Además de un instrumento bueno para la economía, ha sido un instrumento bueno para los inversores y eso hace que continúen los que están desde el principio. Somos una bicicleta con dos pedales. Por un lado tenemos que captar dinero para invertir y por otro tenemos que conseguir proyectos.
¿Cuál es su estrategia?
—Básicamente entramos en las empresas que necesitan capital para crecer. Hay fondos orientados a la reestructuración empresarial, nosotros no realizamos ese tipo de actuaciones, porque pensamos que entrar en una empresa a despedir personal, a reorganizarla, no va en línea con nuestros objetivos.
¿Cuáles son sus objetivos?
—Entrar en empresas sostenibles y hacerlas más sostenibles. Puede ocurrir que entremos en una empresa, nos vaya mal y tengamos que reestructurarla, pero no lo buscamos.
¿Talde puede ser ahora la red que evite que caigan empresas?
—Lo que buscamos son empresas que, primero, tengan unos buenos profesionales o dueños, gestores o empresarios, que sean personas de las que nos fiemos, que sean capaces de sacar adelante lo que quieren hacer. Luego miramos el proyecto que tienen y tenemos que convencernos de que el proyecto es fiable. Ese proyecto puede pasar por comprar más maquinaria, comprar otras empresas o por crear equipos comerciales para ir a vender por el mundo... El empresario no tiene recursos para afrontar ese proyecto y nosotros invertimos con él y con su proyecto. También puede ocurrir que el empresario se quiera retirar y que sus hijos no quieran seguir con la empresa o que quieran seguir, pero que el empresario quiera recuperar una parte de lo que invirtió. Compramos la sociedad o una parte de su sociedad y seguimos con el hijo o con el equipo directivo. Lo hacemos desde los fondos y desde la sociedad de capital riesgo. Tenemos también otro fondo de crédito, que nos permite apoyar el desarrollo de la empresa familiar con un préstamo cuando el empresario no quiere dar entrada en el capital a un tercero. También hay empresas que tienen sus pabellones en propiedad y compramos los pabellones y se los alquilamos a la empresa, que con ese dinero puede hacer frente a inversiones o sanear su estructura financiera.
¿Apoyan la creación de empresas?
—Hasta ahora las inversiones en empresas de arranque las hemos hecho con la SCR, pero estamos pensando en crear un fondo específico para empresas en fase de crecimiento. Talde ha hecho start up siempre. Neinor, una empresa de éxito, fue una start up en la que participamos.
¿Cuál es el periodo medio de permanencia en las empresas?
—Cuando invertimos con un fondo, la operación tiene una vida de diez años ampliable a los doce, pero el periodo medio está entre cinco y siete años. Si entramos con la sociedad de capital riesgo, no hay límite, solo el que marque la necesidad de renovación de las carteras. Talde está en Bilbao y seguimos creciendo en el entorno de Bilbao y en estos momentos estamos gestionando más de 300 millones de euros con los diferentes instrumentos que tenemos.
¿Cuántas operaciones realizaron el año pasado?
—Cuatro operaciones, en línea con la media.
Y en el actual contexto crítico, ¿hay temor a que esas inversión sufran?
—Invertimos sin estresar la deuda de la empresa, buscamos que la compañía esté endeudada como mucho dos veces y medio el ebitda. Queremos que los ejecutivos tengan problemas de mercado, de producción, pero que la cuenta financiera, la tesorería, no les agobie. Queremos que se preocupen por crecer. Esta crisis nos ha cogido con una buena situación de tesorería en las participadas y hemos logrado financiación adicional por si se prolonga la situación.
¿En estos últimos meses?
—Sí, unos meses antes de la pandemia ya estábamos alerta y nos movimos en varias direcciones. En mejorar la liquidez de las empresas, explorar nuevas actividades y buscar líneas de negocio alternativas. Con esta crisis sanitaria lo primero que hemos hecho es mirar por la salud de los trabajadores y luego poner los soportes financieros necesarios para cruzar esta travesía.
¿Es momento de invertir?
—Estamos cerrando dos compras y una venta que genera mucho interés. Tenemos actividad. Las empresas buenas seguirán teniendo inversores. Las que tienen problemas hay que estudiarlas para ver si su continuidad pasa por aportar recursos para salvar una situación o hay un problema estructural que ahoga el futuro.
¿Están recibiendo más llamadas de empresas interesadas en que Talde entre en su capital?
—Todos los años analizamos del orden de 200 oportunidades de inversión para materializar tres o cuatro. Sí hay movimientos, aunque todo el mundo está un poco parado, a expesas de qué ocurre.
El amplio espectro sectorial de su cartera de inversiones genera una visión global de la economía.
—Sí, uno de los indicadores es el valor de las empresas en las que estamos. En los estudios que estamos haciendo alguna empresa sube de valor y alguna baja de valor. Sin pecar de optimista ni de pesimista y suponiendo unas bases de funcionamiento de la sociedad y del mundo determinadas, calculamos que en el peor de los casos el valor de nuestras inversiones a final de año será el mismo que principios de año.
Habrá oportunidades para invertir a causa de que el valor de la compañía esté tocado, pero también debido a que su sector sea estratégico.
—Cuando compras una empresa lo haces por una realidad: qué beneficios da. Pero en estos momentos, en sectores o empresas en la que su cuenta de resultados o va a ser negativa o va a caer mucho, tendremos que buscar otras fórmulas de valoración. Va a haber muchas oportunidades y hay que compaginar la situación por la que ha pasado la empresa y el futuro que tiene. Buscaremos un equilibrio. No es lo mismo comprar en un momento de auge de precios que en un momento de caída de precios.
¿Y hay riesgo de que aparezcan actores que solo buscan un pelotazo?
—Antes de esta crisis había capital en el mercado para comprar empresas. Cuando pase esto, seguirá habiendo capital, porque no hay un problema económico detrás, pero el valor de muchas empresas habrá bajado. Vamos a seguir buscando inversiones en compañías que tengan futuro, pero habrá quien mire el precio y la rentabilidad a corto plazo. Talde es el escudo que puede evitar que fondos buitre compren empresas vascas para venderlas después sin haber apuntalado su futuro.