MADRID - El 1 de enero entró en vigor la nueva normativa europea de emisiones de dióxido de carbono (CO2) para vehículos ligeros, la cual obligará a los fabricantes a que la media de sus automóviles vendidos en la región en 2020 no genere más de 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido si quieren evitar multas que podrían elevarse a miles de millones de euros.
Tal como se desprende del acuerdo al que llegaron los Veintiocho en Bruselas, los productores de automóviles tendrán hasta tres años para adaptarse a esta nueva norma. Así, en el periodo 2020-2022, un coche que contamine menos de 50 gramos de CO2 por kilómetro se computará como dos ventas el primer año y no será contado como un solo vehículo hasta 2023. El superar los límites marcados supondría exponerse al pago de multas millonarias ya que, por cada gramo y vehículo vendido que se pase de estas cifras las compañías tendrán que abonar 95 euros.
Teniendo en cuenta las ventas en Europa de las diferentes compañías, Volkswagen podría ser la peor parada. En 2018, las emisiones medias de sus vehículos matriculados en el mercado común ascendieron hasta 121,2 gramos por kilómetro, lo que supone una desviación de 26,6 gramos, que multiplicada por los más de 3,6 millones de automóviles que comercializó en Europa, supone que el consorcio alemán tendría que pagar 9.190 millones de euros. Grupo PSA tendría multas de hasta 5.390 millones; Renault (3.570), FCA (3.240) y Daimler (3.010) también tendrían fuertes sanciones. - E.P.