BILBAO - “En Euskadi no estamos bien en lo que se refiere a emprendimiento y creación de nuevas empresas” señaló ayer el presidente de la organización empresarial vizcaína Cebek, Iñaki Garcinuño, que realizó un llamamiento a recuperar “el pulso emprendedor” en el País Vasco aunque reconoció que para los juventud no es muy atractivo ya que “las masivas convocatorias de OPE” previstas en los próximos meses “no van a ayudar” debido a la “desigual competencia” de la función pública frente al “esfuerzo y riesgo” que representa iniciar un proyecto empresarial en el sector privado.

El máximo responsable de los empresarios de Bizkaia, durante su intervención en Bilbao en el Forum Europa-Tribuna Euskadi, pasó revista a la actual situación económica y destacó que pese a problemas puntuales de algunas empresas y a la dureza de la crisis pasada “podemos afirmar que en Euskadi vivimos un buen momento económico” en el marco de “un ciclo económico de crecimiento sostenido en el tiempo, cuatro años ya”, en el que “poco a poco estamos acercándonos en muchas de esas cifras a los valores” previos a la crisis.

En este sentido, defendió la importancia del sector industrial y afirmó que “vamos aumentando progresivamente el peso del sector industrial en nuestra economía aunque estamos en el 19% en relación al PIB”, lejos del 25% previsto.

El dirigente de Cebek señaló que pese a la mejora de la economía vasca en los últimos años en algunas variables “todavía estamos lejos” de las cifras previas a la crisis. Y aquí hizo referencia al crecimiento de las compañías, a la inversión y a la citada generación de nuevas empresas, que consideró insuficiente.

Respecto a la dimensión de las empresas vascas, Garcinuño reconoció que es insuficiente en un mercado global e insistió en que el tamaño empresarial continua siendo “una asignatura pendiente” en Euskadi. El pequeño tamaño de las compañías vascas puede ser una de las razones del avance “lento, de la inversión productiva”. Según Iñaki Garcinuño, “seguramente estemos perdiendo como empresas uno de los mejores momentos para crecer en tamaño”.

El presidente de Cebek reflexionó sobre las razones por las que las empresas vascas no entran en un proceso de ganar dimensión y reconoció que los propios empresarios son los responsables aunque luego matizó que la actual legislación laboral “no ayuda a superar la frontera de los 50 trabajadores”, ellos supone acatar nuevas normativas como la formación de comités de empresa, y, según Garcinuño, tampoco existen incentivos fiscales “determinantes que ayuden a tomar tal decisión”. Para el representante de Cebek “este asunto merecería una reflexión profunda por las consecuencias que tiene para el propio país”.

Cuidar a las grandes También advirtió que las “pocas” grandes empresas que tiene Euskadi “suelen generar sentimientos no suficientemente favorables para la aportación que realizan al territorio”, cuando -como se ha visto recientemente, por ejemplo, con el efecto tractor que tienen compañías como Iberdrola o Petronor- “somos absolutamente dependientes de un puñado de ellas a pesar incluso de ofrecerles unas condiciones fiscales menos competitivas”.

En este sentido, Iñaki Garcinuño recurrió a un símil futbolístico, y señaló que “haríamos bien en no negociar a la baja con nuestros mejores fichajes para acabar dándoles lo máximo, sabiendo además que dependemos fuertemente de ellos, y al mismo tiempo pongámonos a trabajar con nuestra cantera para que crezcan nuevos y grandes jugadores. Porque el arraigo se tiene, pero en algunos casos es mejor no ponerlo a prueba”, advirtió tras recordar que hay experiencias negativas de empresas vascas que se fueron a Madrid sin recordar sus orígenes a “pesar de llevar nuestro nombre por el mundo”.

Más empresas Para el responsable de Cebek es fundamental “recuperar urgentemente el pulso emprendedor” en Euskadi y lanzó un mensaje a la juventud vasca para que acepte dicho reto aunque reconoció que “la desigual competencia de un puesto de trabajo en la función pública frente al esfuerzo y riesgo que representa iniciar un proyecto empresarial es excesiva para una juventud que mide, en ocasiones, en horas de ocio y libertad la calidad de su futuro profesional”. En este sentido, señaló que las “masivas convocatorias de OPE, algo necesario para asegurar el relevo generacional, previstas durante los próximos meses y años no van a ayudar al emprendimiento”. Según Garcinuño, “es indudable que la competencia que hace la función pública sobre el trabajo privado no se sostiene en la comparativa”, pues el sector público “mejora” los salarios que ofrece el trabajo privado en los primeros años y en materias como los horarios.