bilbao - La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) va a empujar hacia arriba algunas ayudas vinculadas a este indicador, como sucede en Euskadi con la Renta de Garantía de Ingresos (RGI). Se trata de un tema delicado y en Lakua prefieren no adelantar cifras antes de tiempo, aunque desde el Departamento de Empleo se reconoce que se están haciendo cálculos para comprobar hasta dónde llega el impacto presupuestario de la subida del 8% del SMI. El nuevo sueldo mínimo eleva las cuantías de la RGI y, además, abre el abanico de perceptores al subir el tope de ingresos para acceder a la ayuda. Con la base de los 400 millones de euros que se destinarán este año a la renta de garantía, el aumento del salario mínimo traería un sobrecoste de unos 32 millones de euros, aunque la cifra podría ser mayor.
Habrá un coste extra, pero aún no está claro de cuánto. La cuantía de la RGI se fija en función de los ingresos, del número de personas en el hogar, de si se cobra un salario o una pensión... lo que dificulta el cálculo. Según la ley vasca sobre RGI, para una sola persona que no tenga trabajo la ayuda es del 88% del SMI, lo que restando el recorte del 7% aprobado por el PSE en 2012 deja la cifra de 2016 en 625 euros, que serían 675,5 el año que viene. Para una pareja la cuantía pasa de 803 euros a 867 y para una familia con tres o más miembros de 888 a 959. Las pagas son algo más altas para los pensionistas y los trabajadores con rentas inferiores a esos umbrales tienen complementos más modestos.
aumento de perceptores Las distintas escalas hacen que no sea sencillo adelantar cuánto de más tendrá que gastar el Gobierno Vasco en la RGI el año que viene. Además del incremento de las cuantías, hay otros dos condicionantes que contribuyen a elevar el gasto. Uno es el hecho de que esas mismas cantidades sirven como criterio de entrada a la ayuda, es decir, si el umbral está ahora más arriba van a poder acceder más personas. En qué medida se va a ampliar ese flujo de entrada es difícil de determinar, sobre todo teniendo en cuenta que, por el otro extremo, puede producirse la salida de parados que encuentren empleo.
Un segundo elemento que puede elevar el coste de las ayudas sociales es el efecto colateral que puede tener el aumento de los perceptores de la RGI sobre el gasto en la Prestación Complementaria de Vivienda. Esta ayuda al alquiler no se fija en función del SMI pero para recibirla es necesario cobrar la RGI. Una parte de los nuevos perceptores de la renta de ingresos podrán recibir también el complemento de vivienda.
El número de perceptores de la RGI ronda los 65.000 tras bajar ligeramente en los últimos meses. Para 2016 el Ejecutivo vasco ha presupuestado una cantidad de 461 millones de euros para la RGI y la Prestación Complementaria de Vivienda, aunque como en los últimos ejercicios el gasto final sobrepasará esa cifra. Se calcula que el presupuesto final se acercará a los 500 millones, de los que algo más de 400 corresponderían a la RGI.
Con esos números en la mano se puede hacer un cálculo de brocha gorda aplicando a esos 400 millones que cuesta la RGI cada año el incremento del 8% que ha revalorizado el Gobierno español al salario mínimo. El sobrecoste sería de unos 32 millones de euros aunque desde Empleo se niegan a dar por buena todavía ninguna cifra. “Queremos ser muy rigurosos con esto”, exponían ayer desde la consejería que dirige desde hace unos días Beatriz Artolazabal.
Hay que recordar, en todo caso, que la última palabra sobre la RGI la tiene el Parlamento Vasco. En 2012 el Gobierno de Patxi López, sustentado por el PP, aprobó un recorte del 7% en la cuantía de la renta ante el aumento de los beneficiarios. El acuerdo de Gobierno entre PNV y PSE incluye el compromiso de mantener la RGI y, aunque sí están previstos algunos cambios, Lakua tiene la intención de consolidar las subidas que se derivan del incremento del salario mínimo.
Cuantías. El incremento del SMI un 8% lleva aparejada una subida de las cuantías de la RGI. Para un perceptor que vive solo la cifra pasa de 625 euros a 675,5 -el 88% del SMI menos el recorte del 7% que aprobó el PSE-. Para una pareja pasa de 803 a 867 -113% del SMI- y para una familia de tres o más miembros pasa de 888 a 959 -125% del SMI-.