madrid - Los gobiernos no deberían hacer uso de las cotizaciones sociales de los trabajadores para financiar otras pensiones públicas aparte de las contributivas, mientras que el resto de prestaciones y pensiones no contributivas deberían financiarse mediante impuestos, según recomienda un informe elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La tesis de OCDE se suma a las que abogan por separar en España las pensiones no contributivas -las de viudedad y orfandad, entre otras- de la financiación de la Seguridad Social cargándolas a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y a los impuestos.
Asimismo la citada organización se muestra partidaria de potenciar las pensiones complementarias de capitalización y considera que una reforma global del sistema de las pensiones en España debería incluir como complemento una dosis suplementaria de capitalización, teniendo en cuenta que su peso no ha aumentado en los últimos años a diferencia de lo que ha ocurrido en la mayor parte de los países miembros.
“En España la capitalización debería ser parte de una reforma global del sistema”, señaló a Efe el responsable de la unidad de pensiones privadas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Pablo Antolín.
“Los países no deberían usar las contribuciones para financiar la red de seguridad de asistencia social, pensiones universales o no contributivas”, plantea el informe Panorama de las pensiones de la OCDE 2016, donde los autores recomiendan “separar las fuentes de financiación de las pensiones públicas contributivas y no contributivas”.
En este sentido, el documento plantea que las pensiones públicas de carácter contributivo deberían financiarse mediante contribuciones, pero todas las demás deberían “financiarse completamente” a través del presupuesto, mediante impuestos. Además de esta segregación de las fuentes de financiación de las jubilaciones, el informe destaca el carácter complementario de los planes privados de las pensiones públicas, así como la importancia de mejorar el diseño de los planes de pensiones de contribución determinada.
“El envejecimiento de la población, la crisis financiera y económica, así como el actual entorno de bajo crecimiento y bajos tipos de interés plantean retos fundamentales y de largo alcance para los sistemas de pensiones”, advierten los autores del informe de la OCDE.
En este sentido, los autores del informe, siempre detrás de la tesis de potenciar las pensiones privadas que benefician a bancos y aseguradoras, entre otros, consideran que, en vista de los desafíos que afrontan los sistemas de pensiones, “la única solución a largo plazo para obtener mayores ingresos en la jubilación es contribuir más y durante periodos más largos”, subrayando que los futuros esfuerzos y negociaciones tienen que concentrarse en cómo lograr ambos objetivos.
El informe pone de relevancia los cambios acontecidos en el panorama de los sistemas de pensiones en las últimas décadas ante los problemas de sostenibilidad fiscal para las pensiones públicas, que han recortado los beneficios ofrecidos, mientras ha aumentado la importancia de acuerdos de pensiones en los que la inversión en activos servirá para financiar los beneficios futuros.
En este sentido, el documento destaca que la ratio de activos acumulados en fondos privados de pensiones en relación al PIB se ha incrementado en todos los países de la OCDE entre 2000 y 2015, superando el 50% del PIB en diez países a principios del año 2000 y en 13 a finales de 2015.- DNA
Públicas. La opción de los ciudadanos por las pensiones públicas en Europa es más fuerte en los países que menos ahorros destinan a las privadas. En España sólo está invertido en fondos de pensiones privados el 14,3% del PIB. Por debajo de España están, entre otros, Portugal (10,9% del PIB), Francia (8,7%), Italia (8,7%), Alemania (6,6%), Austria (5,8%), Bélgica (5,8%) o Luxemburgo (2,8 %).
14%
Los españoles tienen ahorrado en pensiones privadas una cantidad equivalente al 14% del PIB.