Bruselas - La Comisión Europea (CE) no se da por enterada de que España sigue sin Gobierno que sustituya al Ejecutivo del PP de Mariano Rajoy en funciones. Ayer volvió a lanzar varios avisos a Madrid para que ponga fin al endeudamiento creciente, con un déficit público que se mantiene por encima de los compromisos alcanzados con las autoridades de Bruselas, que trabaje para reducir el paro, y para que aplique más reformas en especial las ligadas al mercado laboral, curiosamente en sentido contrario a las que propugnan grupos como Podemos, PSOE y demás grupos de izquierda.

En realidad la Comisión Europea persigue que España pueda hacer frente a sus extraordinaria deuda exterior (sólo el sector público debe más de un billón de euros, el 100% del PIB) y que las empresas multinacionales, en especial alemanas y francesas, que controlan buena parte del tejido industrial español puedan mejorar la rentabilidad de sus inversiones aprovechando las ventajas de la reforma laboral que ha servido, entre otras cosas, para limitar el poder sindical en las grandes empresas.

En cualquier caso, aunque España ya tiene aprobados unos Presupuestos Generales del Estado para 2016, Bruselas ya ha advertido de lo que espera del país de cara a la próxima ronda de reformas y ajustes en primavera, al alertar de las vulnerabilidades de la economía española y del riesgo de “una desaceleración” de la agenda de medidas correctivas.

La Comisión Europea pretende que su informe de 2016 sobre España sirva de “guía” de actuación al nuevo Gobierno español, el que sea, en la elaboración de su programa de estabilidad y el plan de reformas que debe entregar en abril, con independencia de si se ha formado ya un nuevo Ejecutivo en Madrid o se convocan nuevas elecciones generales ante la dificultad para configurar una mayoría.

La CE abordará con España este informe de 108 páginas el próximo mes y analizará el cumplimiento de las recomendaciones hechas en 2015, así como la situación de la economía en general. El documento recoge también un estudio en profundidad sobre los desequilibrios macroeconómicos que padece el país.

El Ejecutivo comunitario reitera que existen “riesgos de sobreestimación” de las perspectivas de crecimiento, después de que la economía creciera el 3,2% en 2015. Cree que la economía puede verse afectada negativamente por una ralentización más pronunciada de lo previsto en algunas economías emergentes, en referencia, entre otros a Latinoamérica.

el gasto “España debe asegurarse de que el crecimiento continúe a largo plazo. Deben perseguirse políticas presupuestarias responsables”, en referencia a no gastar más de lo que se ingresa, señaló el vicepresidente de la CE para el Euro y el Diálogo Social, Valdis Dombrovskis, quien destacó asimismo la importancia de que el país “siga adelante con las reformas pendientes”.

En el lado positivo, la CE reconoce que en los últimos años la economía ha experimentado un cambio de tendencia significativo gracias, entre otras cosas, a las reformas desarrolladas en respuesta a la crisis por parte del Gobierno Rajoy.

Destaca que las reformas del mercado laboral “han aumentado la capacidad de reacción del empleo al crecimiento”, y se espera que el empleo haya aumentado un 3 % en 2015, “gracias a la moderación salarial y al aumento de la flexibilidad introducida por las reformas del mercado laboral en años anteriores”.

Entre los avances en el plano laboral, la CE destaca el último marco sobre convenios de negociación colectiva, un “paso adelante en la fijación de los salarios”, y “pasos positivos” en el ámbito de las políticas activas.

Curiosamente, la CE que aplaude las medidas que han propiciado la devaluación salarial se asombra del “marcado aumento de la proporción de población en riesgo de pobreza y en riesgo de pobreza o exclusión social” a raíz de la crisis de 2008.- DNA