gasteiz - Bankia se adelantó ayer a una avalancha de reclamaciones en los tribunales y anunció que devolverá el dinero a los pequeños inversores que compraron acciones en la salida a Bolsa del banco. Era una decisión lógica tras la sentencia del Supremo que condenó a la entidad a reintegrar el dinero a dos familias, que, en román paladino, fueron engañadas para adquirir acciones de un banco que estaba en pérdidas. La entidad financiera calcula que tendrá que devolver entre 1.300 y 1.500 millones de euros a en torno a 200.000 inversores. Euskadi es una de las comunidades con menos afectados, en torno a un millar de personas que recuperarán su inversión más intereses, un 1% anual desde julio de 2011, a cambio de que devuelvan las acciones.

¿De donde saldrá el dinero para arreglar el descosido? Técnicamente se utilizarán los 1.840 millones reservados para hacer frente al caso Bankia y el ministro de Economía, Luis de Guindos, se apresuró a garantizar que el repago no supondrá un “quebranto adicional” para las arcas públicas.

Sin embargo, al tratarse de un banco nacionalizado, controlado en un 64% por el Estado a través del FROB, y al salir los fondos de la provisión dotada con los beneficios de los últimos años, a efectos prácticos la devolución a los pequeños inversores se sumará a los 23.500 millones que ya ha recibido el banco en ayudas públicas y engordará el mayor rescate bancario de España. Continúa creciendo la factura que genera al dinero de todos los desmanes cometidos en la antigua caja estrella del Partido Popular, mientras siguen abiertos los frentes judiciales que pueden llevar a la cárcel a Rodrigo Rato y su predecesor Miguel Blesa.

Pese a que el banco ya tiene otra cara y ganó algo más de 1.000 millones el año pasado, sus nuevos administradores se están viendo obligados a apagar los incendios del rescoldo de los años de la fiesta del PP y tendrán ahora que emplearse a fondo para que la solución a este problema sea aceptada por el mayor número de afectados posible.

Ayer las valoraciones no fueron unánimes. La aceptación fue buena en las líneas generales, pero hubo voces muy críticas con el tipo de interés que se abonará, que está muy lejos del 3% que marca hoy el interés legal del dinero. Esa es la referencia utilizada para determinar las indemnizaciones en este tipo de cuestiones y el porcentaje ha llegado a estar en el 4% entre 2011 y 2014, años en los que los afectados tenían su dinero atrapado en Bankia.

las claves del ‘repago’ La propuesta no sonó mal a nadie en lo sustancial. Los inversores particulares afectados podrán adherirse voluntariamente a partir de hoy y Bankia les reintegrará su inversión antes de 15 días. Quienes hayan demandado al banco tendrán que firmar un documento en el que desisten de seguir con el procedimiento en los tribunales. También habrá un mecanismo de compensación para los accionistas minoristas que hayan vendidos sus títulos.

La ventana estará abierta durante tres meses y el banco confía en cerrar acuerdos con las más de 200.000 personas que calcula que están afectadas. A falta de un registro sobre la procedencia de los inversores minoristas de Bankia, si se toma como referencia las solicitudes de arbitraje presentadas, un 0,5% de los afectados tiene su residencia en Euskadi.

Eso supone que cerca de un millar de familias de la CAV podrán solicitar la devolución de su dinero. En el caso de Nafarroa la cifra es todavía menor, en torno a cien personas. Son datos que concuerdan con la presencia del banco en ambas comunidades. Casi el 75% de los inversores minoristas fueron captados en Madrid, Valencia y Catalunya.

El consejero delegado del banco, José Sevilla, aclaró las razones que han llevado a la entidad a optar por este sistema, que ofrece a los inversores “una salida rápida” y que ahorra dinero, “porque se evita el proceso judicial o se reducen los procesos ya iniciados”. Bankia calcula en 500 millones el coste que le supondría una reclamación masiva y prefiere hacer tabla rasa.

Además, Sevilla añadió que “se protege el patrimonio actual de Bankia, en definitiva, el dinero de los contribuyentes, al reducir la factura a abonar en intereses por acortarse los plazos”. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria ha dado el visto bueno a la operación. El consejero delegado recordó que el actual equipo directivo de Bankia no tiene ninguna responsabilidad en la salida a Bolsa fraudulenta y se mostró convencido de que los antiguos gestores no reclamarán la devolución del dinero que invirtieron en la operación.

interés por debajo del mercado La doble incógnita es hasta qué punto desmotivará a los inversores el bajo tipo de interés compensatorio que propone Bankia y si el banco está dispuesto a negociarlo para que la oferta de repago sea aceptada por la mayoría de los afectados.

Las sentencias que están obligando al banco a devolver el dinero fijan unos intereses medios del 3%. Por cada 1.000 euros -importe mínimo del tramo minorista- los que acepten el acuerdo perderán unos 100 euros por el diferencial de los tipos. Una cantidad asumible y por ello algunas asociaciones de consumidores fijaron en 2.000 euros el volumen a partir del cual es aconsejable mantener acciones legales.

Según uno de los bufetes de abogados más activos en esta casa, Arriaga y Asociados, solo un 2% de los clientes abandonará la vía judicial para aceptar el canje. En la misma línea la Unión de Consumidores de Euskadi considera que la oferta de interés es “una burla” que ni siquiera compensa el gasto en abogados. Poniendo el foco también en esa espinosa cuestión, otras asociaciones de consumidores y de afectados se mostraron más inclinadas al acuerdo -serán los inversores los que tomen la decisión final- y recordaron que la vía judicial sigue siendo una opción válida.

quedan fuera los mayoristas La sentencia del Supremo que marcará a partir de ahora la jurisprudencia en las reclamaciones judiciales, afirma que los grandes inversores, empresas y bancos, tenían recursos para conocer la situación real de Bankia y no caer en el engaño. El banco que ahora dirige José Ignacio Goirigolzarri se agarra a esa lectura para no atender las reclamaciones de estos inversores institucionales.

Bankia ha recibido de momento 49 demandas de mayoristas que representan entre 70 y 73 millones de euros. Pero la cifra global de la inversión institucional supera los 1.400 millones, con Mapfre (281 millones) y Banco Santander (156 millones) a la cabeza. Muchos de ellos recibieron presiones políticas para evitar que fracasase la salida a Bolsa de Bankia, que después se ha sabido que era un intento desesperado de evitar su quiebra.