BILBAO. Según ha informado hoy Asviamie, Asociación de víctimas del amianto, Roberto B.P. comenzó a trabajar en 1957 como peón albañil en los Astilleros Españoles, hasta que fue despedido en 1990.

Pocos meses más tarde, se le reconoció incapacidad absoluta por enfermedad común y en 2012, se le diagnosticó una insuficiencia respiratoria aguda y un mesotelioma pleural que le provocó la muerte.

El Juzgado de lo Social 9 de Bilbao declaró la responsabilidad empresarial por falta de medidas de seguridad ante la enfermedad profesional y el fallecimiento, sentencia que fue recurrida por IZAR Construcciones Navales.

El Tribunal Superior de Justicia ha confirmado ahora el fallo del juzgado, considerando que la enfermedad profesional tuvo su origen en la infracción empresarial de las normas de prevención a lo largo de 20 años.