BILBAO. La organización empresarial vizcaina Cebek no oculta que no comparte las tesis planteadas por los representantes de Adegi en Gipuzkoa de llevar, en alguna medida, la negociación colectiva a la empresa aprovechando una interlocución directa de los empresarios con los trabajadores de cada una de sus empresas y ayer el presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, aunque afirmó comprender la postura guipuzcoana afirmó que el punto de vista general sobre el modelo de relaciones laborales es un tema que debe abordar la patronal vasca Confebask y destacó que no ve de aplicación en Bizkaia la apuesta por que la interlocución directa con el trabajador sea "el principal marco normativo para poder regular los derechos y obligaciones de los trabajadores y empresarios".

Garcinuño mantuvo las formas en relación con la propuesta de Adegi pero afirmó, en el transcurso de una entrevista en Radio Euskadi, que habría sido "interesante" que una cuestión vinculada a las relaciones laborales estuviera "dirigida o patrocinada" por la cúpula empresarial vasca, que representa a los tres territorios forales de la CAV.

Tras marcar las distancias con el planteamiento guipuzcoano el empresario vizcaino reconoció que la propuesta de Adegi, de "negativo no tendría por qué tener nada", y que su valoración dependería "de su contenido". A su juicio, la reflexión realizada por la patronal guipuzcoana tiene unos aspectos "muy interesantes que compartimos" como son todos los vinculados a la "participación, al compromiso, a la comunicación, a la interlocución directa con los trabajadores". Aunque, según Garcinuño, esto no sería una novedad porque se viene "desempeñando con cierta regularidad".

Pese a su comprensión de la postura guipuzcoana, que tiene la negociación colectiva sectorial territorial bloqueada por la negativa tajante de ELA, fuerza mayoritaria en el territorio, a sentarse a las mesas en búsqueda de acuerdos, Iñaki Garcinuño reiteró que hay varios elementos en la iniciativa de Adegi que "quizá sean de difícil aplicación" en Bizkaia como "la orientación hacia los convenios de empresa o hacer de la interlocución directa con el trabajador el marco normativo adecuado o el principal marco normativo para poder regular los derechos y obligaciones de los trabajadores y empresarios".

Garcinuño recordó que hay que tener en cuenta que el "mapa sindical" es "distinto" en Bizkaia y en Gipuzkoa, territorio en el que, a su juicio, las mayorías existentes hacen que sea "más difícil" la firma de "cualquier convenio", mientras que en Bizkaia, han sido posible firmar "unos cuantos convenios", con CCOO y UGT, principalmente.

La comprensión de Confebask Frente al desmarque de Cebek, la cúpula empresarial vasca Confebask se mostró ayer más comprensiva con la iniciativa de Adegi. La secretaria general de Confebask, Nuria López de Guereñu, en el transcurso de una intervención en una jornada organizada en Bilbao por APD, con el patrocinio de Ernst & Young, afirmó que el "movimiento" de Adegi, al plantear un nuevo modelo de relaciones laborales, no quiere "ir contra la negociación colectiva ni contra los sindicatos", sino que pretende "rebelarse contra el bloqueo de los convenios", por la postura intransigente del sindicato ELA.

La dirigente de la patronal vasca defendió el modelo tradicional de negociación colectiva sectorial territorial vasca pero entendió la postura de Adegi porque "si las vías se cierran tiene que ir a la única alternativa". Nuria López de Guereñu arremetió con dureza contra la postura de un sindicato como ELA, mayoritario en Euskadi, que se niega a sentarse a negociar y fía todo a la confrontación.

Según López de Guereñu, la situación de las relaciones laborales en Euskadi se vuelve "infernal, cuando el sindicalismo mayoritario, en referencia a ELA, en lugar de jugar un papel de "moderador", en asunción de la responsabilidad que se debe esperar de su mayoría, "se radicaliza" y apuesta por la "confrontación" desde el año 2000.

Según recordó la secretaria general de Confebask desde dicho año, los acuerdos en la negociación colectiva en la CAV "cada vez son más complicados" y existe una "creciente presión para tensionar la relación entre trabajador y empresario". A su juicio, hay una "intencionalidad clara de confrontar la vida en las empresas, hacer un conflicto en las empresas".

Ello ha abocado a las organizaciones empresariales como Adegi, según Nuria López de Guereñu, a trabajar además de en el campo de la negociación colectiva tradicional, también en la mejora de la gestión de las personas para favorecer "entornos de colaboración".