BARCELONA. Tiene presentado un expediente de regulación de empleo (ERE) que contempla el despido de los 228 trabajadores y el cierre de la planta de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), así como el cese de la actividad de porcelanas sanitarias de Alcalá de Henares (Madrid), donde se prevé eliminar 258 puestos de trabajo.

El calendario de reuniones de negociación entre empresa y sindicatos, de un mes para, finaliza este 24 de febrero, pero todavía no se ha llegado a ningún acuerdo.

En el anuncio en prensa, la compañía con sede en Barcelona expone que Roca Sanitario es líder en España, que representa su principal mercado, y por ello se ha visto muy perjudicada por la crisis.

La sociedad acumula 21 trimestres de caída de las ventas, desde el tercer trimestre de 2007, y el negocio español aporta resultados negativos al grupo desde 2008, con unas pérdidas acumuladas de 200 millones.

Añade que muchos de los centros de España trabajan por debajo del 30% de su capacidad y los productos pasan hasta 194 días en los almacenes sin encontrar comprador.

Por todo ello, afirma que resulta insostenible mantener la estructura en las dimensiones actuales porque "pone en riesgo la continuidad de la empresa y el grupo", y tras medidas de ajuste que evitaban despidos hasta ahora esperando una mejora del mercado.

El Grupo Roca ha optado por concentrar la producción en los centros españoles que ha estudiado que "tienen mayores posibilidades de recuperar la rentabilidad a medio plazo", y recuerda que mantendrá operativas nueve fábricas en el país, en las provincias de Barcelona, Madrid, Castellón, Navarra y Burgos.