Madrid. La Bolsa española volvió ayer a caer un 3,41% y cerró la sesión en 7.640,70 puntos, nuevo mínimo anual, y nivel desconocido desde finales de marzo de 2009. Los insistentes rumores de una quiebra inminente de Grecia y su posible salida del sistema euro, unidos a la mala apertura de Wall Street, propiciaron esta nueva caída liderada por la banca.
Con la prima de riesgo española en 358 puntos, nivel previo al inicio de la compra de deuda española por el BCE, el índice de referencia de la bolsa, el Ibex 35, cayó 269,50 puntos, la sexta mayor caída del año, con lo que las pérdidas acumuladas desde enero crecen al 22,5%.
En Europa, con el euro a 1,364 dólares, mínimo desde mediados de febrero, también bajaron con fuerza las principales plazas: París, el 4,03%; Milán, el 3,89%; el índice Euro Stoxx 50, el 3,79%; Fráncfort, el 2,27%, y Londres, el 1,63%.
circunstancias Las pretensiones del CSU, partido socio del Gobierno de Merkel, de expulsar a Grecia del euro en caso de que no cumpla los recortes anunciados o las declaraciones de algunas autoridades germanas sobre sus planes de anticipación a la suspensión de pagos del país heleno condicionaban el inicio de la jornada. El Ibex, una hora después de la apertura, caía hasta los 7.592 puntos, nuevo mínimo anual durante la sesión, sin que importara el nuevo impuesto inmobiliario griego para recaudar 2.000 millones y la reunión del G-7 del fin de semana, donde el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, ofreció a los bancos toda la liquidez que necesiten.
Durante las seis horas siguientes, la Bolsa española discurrió entre 7.600 y 7.700 puntos. Entre tanto, se celebró una subasta de deuda en Italia, donde se colocaron 11.500 millones a tres meses y a un año, pero a un coste mayor que en la anterior puja.
La tendencia mejoró sensiblemente (hasta los 7.800 puntos) cuando las autoridades europeas, encabezadas por el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, manifestaban su opinión sobre la situación griega asegurando que no contemplan un escenario de quiebra. A esto se sumó el mensaje del presidente del BCE, Jean Claude Trichet, quien añadía, sabedor de la auditoría que el emisor europeo, junto al FMI y a la UE, realizan a los programas de recortes griegos, que Atenas "cumplirá con sus compromisos".
Estrépito Pero la OCDE proseguía en sus advertencias sobre una desaceleración generalizada de la economía mundial y Wall Street abría a la baja. La caída se agudizó y el mercado neoyorquino incrementó sus pérdidas arrastrando con él al resto de las bolsas y, entre ellas al Ibex 35, que finalmente cerró en mínimos de 2009 con pérdidas de un 3,41%.
Todos los grandes valores del selectivo español bajaron: BBVA, el 5,34%, la tercera mayor caída de este índice; Banco Santander, el 4,69%, el quinto puesto por pérdidas; Telefónica, el 3,75%; Iberdrola, el 3,58%; y Repsol, el 2,37%. De todas maneras la mayor caída del Ibex correspondió a Mediaset, el 6,39%, seguida por Sacyr, con un retroceso del 6,08%. Ninguna compañía del Ibex consiguió ayer concluir en ganancias.