madrid. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que las autoridades monetarias de los países miembros no deben responder con subidas de tipos al reciente alza de los precios del petróleo, puesto que las expectativas de inflación parecen suficientemente bien ancladas. El organismo de libre comercio entre las economías capitalistas cuestiona así los planes del Banco Central Europeo de subir el precio del dinero en abril como una medida para tratar de controlar la escalada de precios en las materias primas.
"El impacto inflacionista del alza de los precios del petróleo depende de la capacidad de las autoridades monetarias para prevenir que las expectativas de inflación se alejen de los objetivos marcados", apunta la institución dirigida por el mexicano, Ángel Gurría. Asimismo, el conocido como Club de los países ricos defiende que el reciente repunte de los precios del petróleo puede tener "un impacto modesto a corto plazo en la actividad".
No obstante, la OCDE calcula que, en el caso de mantenerse en el tiempo, el aumento de 25 dólares experimentado por el precio del barril de petróleo desde el comienzo de las revueltas en Túnez restaría medio punto al crecimiento de los países de la OCDE en 2012 e impulsaría en 0,75 puntos porcentuales la inflación en el área. Por tanto, la recomendación de la OCDE al Banco Central Europeo es esperar.
repercusión Respecto a esta cuestión habló ayer también la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, quien aseguró que España sería capaz de absorber "sin dificultades" una subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE). "Si ocurriera dependería de qué nivel, pero en todo caso, lo podríamos absorber sin dificultades. Es verdad que tendríamos alguna complicación más, pero solo a corto plazo", manifestaba la ministra.
En declaraciones a Onda Cero, Salgado remarcó que el BCE es "un organismo independiente" y que los países deben respetar esa condición pues hará "lo que considere mejor para la zona euro".
Preguntada por el fondo de rescate europeo, la vicepresidenta segunda del Gobierno señaló que esta provisión está destinada "a no ser utilizada" y que simplemente sirve para demostrar a los mercados que en caso de que un país europeo esté en apuros el resto estarían dispuestos a ayudarle. Respecto a la aportación de 83.000 millones de euros que realizará España, Salgado puntualizó que de esta cantidad sólo se desembolsarán 9.500 millones en cuatro años, pues el resto se iría aportando conforme a las necesidades. "No va a ser déficit ni se va a contabilizar como deuda. Además, esto no supone que dejemos de hacer otras muchas cosas que tenemos que hacer como país, simplemente vamos a emitir unos bonos y los vamos a colocar en este fondo", resumió.