Las llamadas comerciales indeseadas o spam están en teoría prohibidas por ley, pero en la práctica seguimos recibiendo con asiduidad estas comunicaciones que en la mayoría de los casos son una incomodidad, nos hacen perder mucho tiempo, acaban con nuestra paciencia y nos generan un considerable cabreo.

De hecho una encuesta de la OCU señala que de hecho, 9 de cada 10 consumidores ha recibido en el último mes una llamada comercial no deseada.

Y son muchos los sectores económicos que nos bombardean con este tipo de comunicaciones. Las operadoras contactan con los usuarios para informar sobre sus servicios y productos. Y en la mayoría de los casos vuelven a marcar nuestro número a pesar de que le hemos insistido que no nos interesa.

Las técnicas de marketing telefónico están evolucionando y ya ha aparecido una nueva versión de estas molestas llamadas.

Muchas veces cuando descuelgas el teléfono no recibes ninguna respuesta y a los pocos segundos te cuelgan sin decir ni una palabra. 

Estás casi con toda seguridad ante una robollamada o llamada robotizada ​ que utiliza un marcador automático computerizado que se dedica a enviar cientos de mensajes pregrabados, como si fuera un robot. Son llamadas de marketing telefónico, comerciales o de venta de productos o servicios que incluso llegan a utilizar mensajes de audio personalizados para simular una llamada telefónica real.

Las robollamadas, pese a su llamativo nombre, no es ni una estafa, ni una equivocación, ni el truco de un ciberdelincuente para hacerse con tus datos y timarte.

Es un realidad una práctica de las teleoperadoras comerciales (muchas veces por encargo de un cliente como una compañía de telefonía, de gas, de electricidad, una aseguradora, etc.) ideada para captar nuevos clientes.

Concretamente son bots o programas informáticos que hacen llamadas de forma automática al azar, y aquellos que reciban una respuesta pasarán a las operadoras para vender un producto o servicio. Estas llamadas automatizadas en un primer momento puede que no te intenten ofrecer nada y que solo quieran conocer si estás disponible. Posteriormente acabarás siendo atendido por un empleado de la compañía que utiliza estas técnicas de televenta.

A través de las robollamadas logran saber tu horario de disponibilidad para efectuar la comunicación posterior. Por eso si cuando recibes una llamada y tardan mucho tiempo en responder, lo más probable es que se trate de una llamada spam de este tipo.

A veces estos spam incumplen la normativa legal, algo que no es fácil de detectar, porque muchas veces no se identifican. Pero otras veces pueden hacerlas. Sobre todo cuando hay interés legítimo de la empresa que nos llama, lo que ocurre por haber sido clientes de ellos en los último 12 meses. También cuando, aun sin darnos cuenta, hemos dado el consentimiento para realizar esa llamada, bien a esa empresa directamente o si no, a otra, al autorizar la cesión de nuestros datos a un tercero.

Para localizarlas hay herramientas eficaces como las aplicaciones gratuitas que detectarán las robollamadas y cualquier spam en tus llamadas y mensajes.

También puedes inscribirte en la web de Lista Robinson, gestionada por la Asociación Española de Economía Digital, que es un servicio gratuito de exclusión publicitaria para evitar recibir propaganda no deseada.