Logroño, 4 de septiembre de 2017. Segunda jornada de descanso de la Vuelta. En un hotel, por la mañana, a la hora del desayuno, alrededor de un café, comienza el Tour de Francia de 2023, que sale de Bilbao. Es el banderazo de salida, aunque restan 6 años. Dos emisarios de la Diputación Foral de Bizkaia se reúnen con Javier Guillén, director de la Vuelta. La propuesta es nítida y ambiciosa. “Queremos el Tour”, le proponen a Guillén.

El director de la Vuelta tiene hilo directo con Christian Prudhomme, director de la carrera francesa. Guillén recibe de buena manera la proposición, pero no puede prometer nada. Eso sí, se compromete a trasladar la propuesta al Tour. La reunión en Logroño es un punto de inflexión tras el cortejo. Entre la visita de Prudhomme a la Vuelta en 2016 hasta la reunión de Logroño hay cartas y peticiones. El Tour no acaba de reaccionar. El plan es hablar con Guillén. A por todas. 

Acto de activación de la cuenta atrás del Tour en Bilbao Pablo Viñas

Los emisarios de la Diputación saben, sin embargo, que con una petición, por muy formal que ésta sea, no es suficiente. Le hacen saber a su interlocutor que Bizkaia persigue ese sueño y la propuesta es seria. No obstante, son conscientes que alcanzar la cúspide, obtener la Grand Départ, es una empresa compleja, repleta de detalles y que necesitará tiempo, trabajo y enorme dedicación. Son muchas las ciudades que aspiran a seducir al Tour. La carrera es la que elige, siempre, su destino. Se lo puede permitir. Ese día, cuando la Vuelta descansa, echa a rodar, con sigilo, el Tour, aunque aún se desconoce si la propuesta llegará a la meta.

Antes de que la Grande Boucle pueda desembarcar en Euskadi es necesario realizar un gran ensayo general para mostrar al Tour la capacidad organizativa del territorio. El banco de pruebas será una etapa íntegra de la Vuelta en 2018. Es necesaria una jornada especial. Los ideólogos de atraer el Tour diseñan un día inolvidable.

Las negociaciones para atraer el Tour no fueron sencillas, pero el esfuerzo de las instituciones vascas posibilitó la Grand Départ

Trazan una etapa que une Getxo y la subida inédita al monte Oiz. La etapa, 12 de septiembre de 2018, es de una enorme belleza. Acompaña el día, luminoso. Bizkaia sale en masa a festejar el ciclismo. En un final apoteósico en Oiz, vence Woods. Queda la sensación de haberse vivido una etapa mágica. Cum laude. El Tour recibe el mensaje. Saben que la candidatura es seria. A través de las redes sociales, la Diputación de Bizkaia lanza un vídeo que resume esa jornada. Interpela directamente al Tour. Las cartas están sobre la mesa.

Desde París ven con buenos ojos la alternativa. A partir de ahí, en diferentes fases, como en una escalada hacia el cielo, entran los principales actores en escena: el Gobierno vasco, las diputaciones y los ayuntamientos de las capitales vascas. En París, en 2019, los rectores del Tour ofrecen la Grand Départ. Es el gran desafío. Las instituciones vascas recogen el guante y pedalean a tope. Un años después se cierra el trato. La Grand Départ se presenta el 26 de marzo de 2021. El sueño es una realidad.