El deporte es un modo de vida, o eso al menos dicen todos los que practican alguna actividad deportiva. Y es que, además de que sus beneficios para la salud están demostrados científicamente, la felicidad de los que lo realizan es el mejor ejemplo de que el deporte es vida.

La superación y los objetivos siempre están presentes en las mentes de todos los que realizan alguna actividad, ya sea colectiva o individual, y aunque cada especialidad tenga sus características únicas, las maratones tienen algo especial que las convierten en especialmente adictivas. Prueba de ello es que los corredores siempre se marcan objetivos para poder participar en las carreras más emblemáticas del mundo.

Y eso mismo sucede este domingo con la nueva edición –concretamente la vigésima– de la Maratón Martín Fiz, que consta de 4 modalidades. El popular evento se llevará a cabo este domingo 14 de mayo por la mañana. Por un lado, está la ya archiconocida conocida maratón de 42 kilómetros, a la que se suman la media de 21 km, la distancia corta de 10 kilómetros y, por último, una dirigida a que los más pequeños tengan su primer contacto con la carrera.

Está claro que todos los deportes son exigentes y cada uno de ellos tiene sus especificidades, pero las maratones tienen algo especial, ya que para prepararlas es necesario tener mucha constancia y regularidad en el día a día para superarse a uno mismo. Por si fuera poco, algunos de los que se preparan para correr largas distancias también tienden a participar en triatlones u otro tipo de eventos de igual o mayor exigencia, por lo que están acostumbrados a llevar su cuerpo al límite.

Ese es el caso, por ejemplo, de Diana Vecillas, de 35 años, y Alberto Díaz, de 43, quienes ya llevan muchos años sumergidos en este estilo de vida. Es más, la madrileña, adoptada ya como gasteiztarra tras más de 12 años viviendo en el País Vasco, comenzó con el atletismo y se reenganchó a las carreras con su aterrizaje en la capital alavesa: “cuando llegué a Vitoria, en Osakidetza me ofrecieron correr la carrera de las empresas y fue cuando me volví a enganchar a este mundo”.

La corredora admite que lo que más le gusta “es el triatlón” y aunque es cierto que hace unos años despuntó en el duatlón, admite que “son muy duros”. “Es cierto que lo que más me gusta es correr, pero los triatlones tienen algo especial”, afirma. En este caso, Diana hará la media maratón, mientras que Alberto participará en la prueba corta de 10 km de distancia. “La media maratón quizá ya se me queda un poco larga y ya solo corro esas distancias cuando se celebra la media de Vitoria por ser de mi ciudad, o tal vez cuando hago triatlones”, apunta el corredor alavés.

Aunque ambos se presentan a esta edición sin la obligación de superar sus marcas personales, los datos de ediciones anteriores siempre están presentes en su pensamiento. Diana comenta que el año pasado hizo “1 hora y 27 minutos y siempre que se pueda bajar algún minuto, es de agradecer, pero tampoco resulta algo obsesivo”. “Todos tenemos el mismo objetivo, acabar lo más rápido posible”, señala entre risas Alberto, que lo tiene claro: “nunca me marco objetivos muy precisos, siempre doy todo lo que tengo. Al final, cada carrera es un mundo y muchas veces dependes de las sensaciones que tengas ese día. Es decir, si ves que puedes apretar, corres más”. En ese sentido, Alberto aconseja que “lo más importante es conocer el cuerpo propio para saber cómo reaccionar en cada momento”.

Eso sí, la modestia también forma parte de ambos, ya que aunque les cueste admitirlo, los dos tienen varios podios en sus currículos en este evento. “Algún año sí que he terminado entre las tres primeras, como sucedió en la edición del año de la pandemia”, señala Diana. En cuanto a su rutina, la pareja coincide en que el hecho de que los dos practiquen tanto deporte es positivo, ya que se ayudan a entrenar. “Cuando uno está flojo, el otro le motiva a salir a correr”, afirma Alberto.

Además, todo hace indicar que el deporte se abrirá camino en esta bonita pareja, ya que su hijo de 3 años de edad, “ya ha participado en alguna carrera de txikis. Es más, siempre corre primero él y luego nosotros”, comenta Diana. “Él tiene que decidir mientras vaya creciendo, pero es cierto que en las carreras que se puede, ya va participando y así tenemos una cosa más que se puede hacer en familia”, añade Alberto con ilusión.

NUEVAS GENERACIONES

En cualquier caso, no todos los participantes de la Maratón Martín Fiz son atletas experimentados. Irati Armentia, de 26 años, y Andrea Nieto, de 27, se estrenarán mañana por primera vez en una carrera –distancia de 10 km– con la que se introducirán en un mundillo que, como ya les avisan Diana y Alberto, es adictivo. Las dos jóvenes vitorianas comenzaron a entrenar por diferentes motivos, pero ambas tuvieron claro que querían estrenarse en un evento tradicional como el de la Maratón Martín Fiz.

Por un lado, Irati comenta que empezó “ya hace un par de años a correr distancias largas” y quiere probarse en carreras “con el objetivo de completar medias maratones a corto plazo”. Mientras que Andrea, que practica habitualmente la alta montaña, lo utiliza como un entrenamiento para sus otras actividades. “Este año quiero hacer cima en diferentes cumbres, como en el Mont Blanc, y me estoy presentando a algunas carreras porque me sirven de entrenamiento”, explica.

Las dos admiten que el hecho de apuntarse a una carrera les ha “ayudado a la hora de levantarse del sofá en los días vagos”. “Al fin y al cabo, el hecho de correr con nuestras amigas hace que entre todas nos ayudemos y nos motivemos”, señala Irati. Andrea, por su parte añade que “el tener gente que te motiva, ayuda mucho”. “Es más, mis amigos casi sin quererlo se han convertido en mis entrenadores”, bromea.

Respecto al entrenamiento, las dos admiten que “lo que más costó fue empezar. Luego casi el cuerpo hasta te pide hacer deporte”. Por ejemplo, Irati afirma que “en los días de invierno y cuando hace frío cuesta el doble, pero la satisfacción personal que se nos queda es casi hasta mayor”. Andrea, a su vez, admite entre risas que al principio le tenían que “medio obligar un poco cuando llovía”, pero ahora es la que insiste a sus compañeros para enfundarse las zapatillas.

CONSEJOS PARA INICIARSE

En cuanto las dos jóvenes pidieron consejo a Diana y Alberto, ambos tuvieron la misma recomendación para las novatas: que disfruten de la carrera y de un momento único. “Aunque suene a tópico, tienen que pasárselo bien y olvidarse del tiempo que quieren hacer y de si pueden acabar o no. También es importante que terminen con buenas sensaciones para seguir repitiendo y mejorando”. En ese sentido, el experimentado corredor señala que “la gratitud de lograr alcanzar el objetivo marcado es increíble, pero también hay que ser muy fuerte para no derrumbarte cuando no consigues cumplir tus metas y ser capaz de aceptarlo. Al final, hay que tener claro que no somos profesionales y esto es para nuestro disfrute”.

Por último, Alberto recuerda sus comienzos para aconsejar a las jóvenes promesas, y es que “nunca se sabe” cómo vas a entrar en este mundo: “Yo, por ejemplo, vengo del fútbol de toda la vida y cuando acabé esa etapa, lo único que sabía hacer era correr. Entonces, me puse unas zapatillas y empecé a correr y luego poco a poco me fue picando el gusanillo y empecé con los triatlones”. Todos ellos, con unos u otros objetivos esperan con ansias una fecha señalada para todos los deportistas vitorianos en la que recorrer las zonas favoritas de su ciudad y que además y como señala Diana, “genera un gran ambiente por las calles”.