La presidenta del Kutxabank Araski, Iratxe Rodríguez, hace balance de sus tres años al frente del club y también mira al futuro con ambición y optimismo para que la escuadra verde siga creciendo en todas sus facetas.

Después de tres temporadas al frente del Araski, ¿qué valoración hace?

Tras vivir una pandemia, es difícil de valorar, pero ha sido un trabajo muy duro. Eso sí, la sensación final que me ha quedado ha sido muy buena, en especial, porque gracias a al trabajo de todas hemos salido hacia adelante. A día de hoy, aún tenemos que seguir trabajando para terminar de pasar esta crisis, pero la valoración a nivel deportivo es positiva, ya que seguimos en Liga Femenina.

¿Cuál es el recorrido que quiere realizar ahora el club?

Nosotras queremos seguir creciendo y estabilizar al equipo en la máxima categoría del baloncesto; es decir, en la Liga Femenina, y conseguir los mejores resultados posibles. En ese sentido, siempre hemos dicho que somos ambiciosas, pero con los pies en la tierra y siendo conscientes de que esto se va endureciendo con el paso de los años. Nosotras queremos seguir creciendo y aumentar nuestro número de aficionados, el lo que aún tenemos mucho margen de mejora.

¿Cuál es el siguiente paso que le gustaría dar al club?

Siempre hemos dicho que ir a Europa es un sueño y sigue estando ahí, pero ahora es complicado. Nosotras siempre jugamos y trabajamos con el objetivo de competir en la Liga Femenina Endesa y de quedar lo más arriba posible.

La Liga Endesa cada día es más competitiva, ¿el Araski logrará volver a competir?

Claro. Nosotras siempre somos ambiciosas. La afición y los periodistas quizá estáis mal acostumbrados con el Araski, ya que a lo largo de varias temporadas se ha cosechado grandes resultados. Aunque sí que es cierto que estos dos últimos años han sido algo inciertos, pero el objetivo es siempre trabajar para estar lo más arriba posible.

La verdad es que, estas dos últimas temporadas, el equipo no terminó de arrancar

Quizá sea una pregunta más para Made, que está día a día con el equipo. Yo lo que puedo comentar es que han sido dos años muy complicados con el tema de la pandemia. Es más, esta segunda temporada para nosotras ha sido aún más dura y casi hasta peor que la primera, pues en esa campaña fuimos esquivando algo el tema del covid-19, pero este curso nos ha pillado de lleno. Eso ha provocado que el equipo no haya podido trabajar al 100 % y, cuando no tienes un inicio de temporada fácil, luego se suelen complicar las cosas.

En comparación al resto, daba la sensación de que el Araski era el único que sufría el covid-19.

Es cierto que cuando no nos tocaba a nosotras, nuestras rivales sufrían un brote y, quieras o no, eso ha paralizado mucho la dinámica ascendente.

Este verano está habiendo muchas salidas, algunas de ellas especiales, ¿podría hablarse de un cambio de ciclo?

Sí, yo creo que sí. Al final, también se ha retirado nuestra capitana y eso queramos o no es un punto de inflexión. Un cambio de ciclo renovando a parte del equipo y a la vez apostando por las más jóvenes. El mercado está muy volátil, se mueve mucho y todos se están reforzando muy bien.

Con dichas bajas, ¿ve a Asurmendi como la nueva líder?

No sé qué decirte, eso son cosas del colectivo. Ya se verá lo que va sucediendo. Primero hay que esperar a que termine de formarse todo el equipo, que lleguen las piezas que faltan y que empiece a carburar el Araski.

¿Cuántas piezas más llegarán al equipo?

Made está trabajando muy duro para formar la plantilla más competitiva posible. Es cierto que este año queremos apostar bastante por gente de la cantera, es decir, por las nuestras. En definitiva, queremos hacer una buena mezcla. Aunque tendremos que ver cuánta gente de abajo está dispuesta o puede jugar y quién está preparada para competir en la máxima categoría. Pero la línea de Made creo que irá por ahí.

El eterno dilema de compatibilizar los trabajos con el deporte de máximo nivel, ¿mucho rompecabezas?

Totalmente. Ahora estamos todavía encajando todas las piezas, pero sí que es cierto que las chicas aún tienen que ver lo que van a hacer con sus estudios y trabajos. Por eso mismo aún estamos en una fase de construcción.

A día de hoy, aún es difícil imaginarse un Araski sin Laura Pardo…

Eso depende de ella y de su situación laboral. Laura sabe que tiene hueco en el club por siempre. Entonces, lo que comentaba antes, estamos en una fase de construcción de ver cómo se crea el puzle. Laura Pardo aquí es un emblema y tendrá que hacer lo que ella quiera, nosotros la esperamos con los brazos abiertos. Veremos lo qué va sucediendo de cara a septiembre.

La última vez que el DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA fue patrocinador del club, el Araski ascendió a la Liga Femenina Endesa. ¿Es supersticiosa?

Pones el listón muy alto (ríe). Nosotras vamos a luchar por conseguir lo máximo posible. Todas en el Araski somos ambiciosas y nos gusta ganar, pero siempre pensando en cuál es nuestro punto de partida y con los pies en la tierra.

De cara al filial, ¿se mantendrá el bloque que le ha llevado a realizar esta gran temporada?

En principio, parece que el grueso del bloque va a continuar, por lo que estamos muy contentas. Este año han realizado un trabajo increíble. Es una pena lo que sucedió, pero eso también cuenta en el baloncesto y por desgracia nos perjudicó. Ahora nos queda animarles de cara a esta temporada para que sigan esforzándose al máximo y ver lo que sucede.

Tu puesto requiere mucho sacrificio, cuándo le vienen esos momentos de bajón, ¿cómo los combate?

Es una posición difícil, eres la cara visible de las decisiones y algunas de ellas pesan, pero cuando suceden cosas chungas, por así decirlo, piensas en todas esas niñas que están ahí detrás e intentas trabajar por ellas, ya que son las que más te animan. Además, este año hemos conseguido renovar casi al 100% de las niñas del Araski y eso nos produce un gran orgullo. Entonces, es pensar en ellas y que se nos olviden todos los males.

¿En qué punto se encuentra el baloncesto femenino en Vitoria?

Ahora mismo estamos como en una montaña rusa. Veníamos con un crecimiento bastante importante, pero la pandemia paralizó todo; es más, hubo niñas que dejaron de jugar. Ahora, estamos en esa fase de recuperación que por suerte va bastante bien. Hay que ir poco a poco.

¿Cómo está transcurriendo el verano al margen del mercado de fichajes?

De momento, hemos lanzado la campaña de abonados y estamos contentas, aún queda mucho tiempo hasta que empiece la temporada. Es más, quiero poner un objetivo ambicioso y que nuestro principal objetivo sea llenar Mendizorroza, como en las grandes citas.

¿Cuál es la cifra de socios que le gustaría alcanzar?

Vamos a intentar llegar a 1.500 socios. La capacidad de Mendizorroza es de 3.000 y a ver si en dos o tres años conseguimos esa cifra. Al final, en la vida tienes que ser ambicioso para conseguir resultados.

En relación con la temporada que se avecina, ¿cuáles serán los objetivos?

No me gusta mucho meterme en estos terrenos, porque al final nosotras trabajamos muy duro y nuestro primer objetivo es la permanencia y a partir de ahí luchar por ganar e intentar dar sorpresas. Además, a mí no me gusta perder ni a las canicas, porque cuando pierdes, siempre te llevas algo de tristeza a casa. Por lo tanto, nosotras tenemos que trabajar e intentar llegar lo más arriba y lejos posible.

¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de estos tres años al frente del Araski?

Lo peor ha sido luchar por el tema económico, que es muy duro. Ves cómo se reducen los ingresos y es complicado ver el futuro, el cual muchas veces es incierto. Lo mejor, observar la ilusión con la que juegan las niñas y ser consciente de lo contentas que van a entrenar. Por eso mismo, nos encanta realizar las actividades, porque vienen con una energía que nos contagian a todos.

¿Ve factible volver a traer la Copa de la Reina a Vitoria?

Sí, yo confío en que algún día nos apoyen las instituciones y podamos volver a traerla. Creo que es algo muy bonito para la ciudad.

¿Viable de manera cercana?

De momento, no.

¿Y dentro de dos temporadas?

Eso ya veremos (ríe).

¿Qué consejo le daría a alguien joven que esté dudando en apuntarse o no?

Que no lo dude, que se apunte y que haga lo que le gusta, porque lo va a disfrutar. Cuando una persona, una niña en este caso, hace lo que le gusta, lo disfruta. Y si quiere venir al Araski, siempre tendrá las puertas abiertas. Y si no es aquí, donde sea, pero que se apunten y que practiquen este bonito deporte. l