Hoy en día en los deportes apenas existe la paciencia en cuanto a los resultados y siempre se tiende a exigir inmediatez. Cuando precisamente el tiempo es una de las mejores armas en cualquier deporte, siempre y cuando el trabajo se esté realizando en la línea adecuada. En Vitoria hay un club y un equipo que refleja a la perfección la palabra constancia y ese no es otro que el Gaztedi Rugby Taldea. El equipo femenino de rugby, cuyo proyecto se vio reactivado hace tres años, ha visto cómo en un tiempo récord ha alcanzado un éxito que, a buen seguro, tendrá continuidad en las próximas temporadas. El equipo que dirige Imanol Ruiz se proclamó campeón de la Liga Vasca a comienzos del pasado mes de abril con un equipo cuya media de edad es de 21 años. “La progresión de este grupo es muy interesante”, admite el preparador, quien lleva con el equipo desde que se volvió a crear y solo tiene palabras de elogio para un grupo. “Ha tenido una evolución brutal, surgió con un cambio de generación y en el primer año no pudimos jugar ni a 15. Ahora somos ya 31. Además, después llegó la pandemia y también nos afectó, pero aún así continuamos creciendo bastante y este año hemos metido el concepto de la técnica y la táctica y los resultados han sido increíbles”, elogia.

La capitana del equipo, Aitziber Ochoa de Alda, se expresa en la misma línea que su entrenador. “Hemos conseguido tener un buen núcleo en el equipo y muy constante, que sumado a la gente nueva que va llegando y que lo hace muy motivada, ha hecho que el equipo no deje nunca de sumar”.

A pesar de que el Gaztedi no logró ascender a División de Honor B - algo lógico observando a los rivales y el tiempo que llevan jugando en comparación a las alavesas -, la jugadora resume la temporada como excelente, ya que “después de dos años en los que parecía que no terminábamos de arrancar, esta campaña sí que hemos dado un gran nivel; al final, para obtener resultados sí que éramos conscientes de que teníamos que cosechar mucho y creo que por fin este año hemos recogido lo que llevábamos tanto tiempo trabajando”. Además, la vitoriana recalca el buen hacer del equipo porque, recuerda, “hace 15 años que el conjunto femenino no ganaba una liga y eso demuestra nuestro gran trabajo. Por otro lado, también es la primera vez en la historia del club que el equipo femenino ha jugado una fase de ascenso”.

El entrenador gasteiztarra, que jugó entre los 7 y 49 años, entiende mejor que nadie los sacrificios que hay que realizar por este deporte y no escatima los elogios hacia sus jugadoras. “De este deporte no es que no se viva, sino que cuesta dinero. Una chica tiene que pagar más de 300 euros al año, por lo que tienes que poner dinero, poner tu tiempo y dedicación. Este es un trabajo muy sacrificado, pero luego, cuando los resultados llegan, ellas se sienten compensadas. Además, el buen ambiente que se genera dentro del equipo hace que todo el esfuerzo merezca la pena”, recalca.

Esa buena convivencia que hay en el equipo es la que permite que los resultados acaben llegando de forma más rápida, ya que cuando un equipo rema en la misma dirección hace que todo sea más fácil y que los sacrificios que se tienen que hacer sean una motivación, más que un esfuerzo. Este es el pensamiento de todo el conjunto, no solo el de la capitana, quien puntualiza que “a pesar de todo el esfuerzo, el rugby tampoco nos quita tanto tiempo y podemos compaginarlo bien con nuestros estudios y trabajos. Es más entre semana es llevadero y sirve para tener una rutina saludable”.

presente y futuro

Todo este buen hacer del Gaztedi hace que Imanol tenga la esperanza de “que se genere más atracción y se empiece hablar más de rugby y de la sección femenina. Además, Vitoria tiene una tradición en este deporte increíble y si miramos atrás tenemos hasta tres mundialistas, pero, eso sí, este deporte nunca ha tenido una gran repercusión como para tener una masa importante”. A pesar de esta situación, tanto el entrenador como la capitana coinciden en que se está trabajando en la línea correcta en la escuela. “Hay muchas chicas en las categorías inferiores que apuntan muy buenas maneras y de las que esperamos que se vayan sumando al proyecto aportando nivel”.

Aitziber se congratula por el crecimiento del tirón mediático. “Antes se veía cómo nos venían a ver jugar nuestros compañeros de club o nuestros familiares, pero este año hemos conseguido que haya mucho más público y eso también se nota a la hora de jugar, porque nos dan un gran empujón”, alaba. La capitana aprovecha la situación para aclarar que “a pesar de que el rugby es de contacto, pocas veces te haces daño. La gente debería dejar de verlo como un deporte duro en el que te haces daño siempre. Además, los valores que transmite este deporte, luego los puedes aplicar en tu día a día y creo que el rugby te hace mejor persona”.

Tras haberse alzado con la Liga Vasca, el equipo que dirige Imanol Ruiz ya prepara la siguiente temporada con diferentes amistosos y sin apenas descanso para no perder el ritmo de la competición. “La idea es mantener el nivel que hemos demostrado hasta ahora y si es posible subirlo y eso se logra con más encuentros”, afirma el entrenador.

De cara al futuro y ante la pregunta de un posible ascenso, el preparador alavés le quita hierro al asunto. “Está muy difícil, son ocho candidatos, cada uno campeón de su respectivo grupo territorial y de ahí solo sube uno. En esta tesitura hay que tener claro que influyen muchos otros factores para poder lograrlo, pero sí que es cierto que nuestro objetivo tiene que ser el competir al máximo nivel. A partir de ahí a esperar los resultados”.

Respecto a su futuro particular, el vitoriano confirma que “es un hombre de club”. “He entrenado en todas las categorías posibles y siempre estoy a disposición del equipo para lo que se necesite y no me planteo mi carrera como entrenador con objetivos personales. Si el Gaztedi quiere, yo le dedicaré otro año de competición”. Por su parte, Aitziber solo se pone un objetivo como mínimo que es “repetir lo hecho esta temporada y luego ver hasta dónde podemos llegar”. Aunque eso sí, la capitana admite que para pensar en el ascenso “se necesita aún más tiempo, porque hay equipos que están mucho más preparados que nosotras y que llevan muchos más años luchando por esto. Aún así, yo creo que si seguimos en esta línea quizá en un futuro no muy lejano podríamos conseguirlo”.

El futuro siempre será incierto para todos, pero cuando hay esfuerzo y el trabajo se realiza de forma correcta, todo se ve de forma más despejada. Imanol cree que “el techo deportivo de este equipo no existe y las jugadoras tienen la posibilidad de llegar a lo más alto, pero eso dependerá de nuestra capacidad de sumar miembros y de conseguir financiación, porque cuando te metes en categorías nacionales, lo mismo te toca viajar al Puerto de Santamaría que a A Coruña, es decir, son desplazamientos muy largos que conllevan muchos gastos”. El Gaztedi Rugby Taldea colocó hace tres años los cimientos para construir algo bonito y seguramente traerán más alegrías a la ciudad.

“El rugby te hace mejor persona, los valores que transmite este deporte los puedes aplicar en tu día a día”

“El equipo nunca ha dejado de sumar con el núcleo duro tan constante y la gente nueva que llega motivada”

Capitana del Gaztedi

“El techo de este equipo no existe y las jugadoras pueden llegar lo más arriba posible, pero dependerá de la financiación”

“De esto no se vive, sino que cuesta dinero y es sacrificado; una chica tiene que pagar 300 euros al año”

Entrenador del Gaztedi