- Estados Unidos no se cansa de ganar oros en el baloncesto femenino. Ayer consiguió su séptimo consecutivo al vencer por 90-75 a Japón, una selección que ha hecho un recorrido admirable en los Juegos, pero que como todas tuvo que rendirse a la evidencia de que las estadounidenses seguirán acaparando las victorias porque nadie puede formar un equipo que se le puede acercar siquiera. Ahora las jugadoras retomarán la actividad de la WNBA y el año que viene montarán otro grupo imbatible para la Copa del Mundo.
Britnney Griner impuso sus 2,03 metros en la zona, resultó imparable para las niponas y acabó con 30 puntos, la mayor anotación en una final olímpica desde que Lisa Lesley logró 29 en 1996. A’ja Wilson, con 19 puntos, y Breanna Stewart, con 14 puntos y 14 rebotes, colaboraron en imponer sus centímetros y abrir hueco desde el primer cuarto sin tener que pisar el acelerador a fondo. Las japonesas necesitaban acompañar de acierto su altísimo ritmo, pero se quedaron en solo 8 triples de 31 intentos y no tuvieron opciones.
Francia completó el podio femenino en un torneo en el que Sue Bird y Diana Taurasi han logrado su quinto oro, más que ningún baloncestista, hombre y mujer, en la historia olímpica. Probablemente, sea la despedida de ambas de unos Juegos, como lo ha sido de otras leyendas como Laia Palau, las serbias Sonia Vasic y Jelena Brooks, la belga Ann Wauters o la canadiense Miranda Ayim.