- La selección española masculina de waterpolo se quedó con el amargo sabor del cuarto puesto después de una trayectoria impecable en el torneo olímpico hasta llegar a las semifinales. “Probablemente, nos han penalizado cinco cuartos malos”, apuntó Alberto Munarriz. Se refería el jugador navarro, uno de los pilares del equipo, a los últimos ocho minutos del partido ante Serbia, cuando España perdió tres goles de ventaja, y al duelo entero ante Hungría, saldado con derrota por 9-5, “en el que no hemos jugado como equipo. No creo que haya sido cansancio, sino que hemos querido resolver cada uno por su cuenta, no nos hemos ayudado, seguramente por las ganas de hacerlo bien, la ansiedad por conseguir la medalla”.
La selección que dirige David Martín había jugado a gran nivel hasta los cuartos de final, pero en la lucha por los metales se encontró con los dos conjuntos con más oficio, fortaleza y experiencia de estos Juegos: Serbia, que se llevó su segundo oro consecutivo ante Grecia, y Hungría, dominador tradicional de este deporte. Ayer no se le vio fluida a España, que tras el empate a cinco del descanso no logró anotar ni un solo gol en toda la segunda mitad, en parte por la gran actuación de Viktor Nagy, el portero magiar, ante lanzamientos que fueron perdiendo mordiente con el paso de los minutos. Munarriz, que anotó dos goles, y sus compañeros solo anotó cinco de sus quince situaciones de superioridad mientras que Hungría anotó las seis que tuvo, unos datos que resumen perfectamente lo que ocurrió dentro del agua.
“A Serbia, que son los mejores, les tuvimos contra las cuerdas y les pudimos ganar. Pero hoy no hemos jugado bien, nos ha faltado saber competir en el tramo final. Hemos jugado muy bien durante el torneo, aunque en los cruces, que son definitivos, no lo hemos hecho”, resumió Alberto Munarriz, que espera que esta experiencia de Tokio “nos sirva para aprender y mejorar pensando en París porque tenemos mucha gente joven y podemos seguir creciendo”.