- La segunda jornada de la Bandera Cidade da Coruña fue la de la respuesta. El día de la reivindicación. La competición no espera a nadie y varios equipos se vieron obligados a dar un paso adelante para minimizar los daños sufridos en la jornada inaugural. El primer examen de la temporada llegó muy pronto para Urdaibai y lo aprobó con sobresaliente. No solo recuperó las sensaciones en el agua, también encontró el premio de ser el más rápido del día. Los bermeotarras, derrotados el sábado, dieron la vuelta a la tortilla a la primera y se marchan de Galicia en puestos de tanda de honor. Aunque para la lucha por la Corona se necesita algo más, una regularidad de principio a fin que vuelve a ser seña de identidad de Santurtzi en este primer fin de semana. La Sotera repitió la historia del curso pasado. No fue la más rápida ninguno de los dos días, pero se llevó la bandera y el liderato gracias a sus dos segundos puestos.
El inicio de A Coruña fue muy parecido al del curso pasado. Fue un arranque de locura, con un baile tremendo de posiciones que terminó con el mismo ganador, Santurtzi. Muchas traineras vivieron las dos caras opuestas de su rendimiento en menos de 24 horas y varios de los grandes vencedores del sábado, ayer abandonaron cabizbajos el campo de regata y con un problema por arreglar lo antes posible de cara a las siguientes citas. El fallo vuelve a tener un gran castigo esta temporada, lo que supone un quebradero de cabeza para los remeros y los entrenadores, pero un disfrute para los espectadores. Urdaibai fue el ejemplo positivo de esta situación y Hondarribia el negativo. La Ama Guadalupekoa asustó en el estreno liguero. Sus buenas sensaciones y la renta conseguida le dieron media bandera, pero en el segundo día las cosas no salieron y no solo perdió la diferencia lograda, también se le escapó un importante botín de puntos.
Fue una regata marcada por el viento. Las ráfagas añadieron más dureza al ya de por sí complicado campo de A Coruña. Los remeros tuvieron que emplearse a fondo y los errores técnicos no estuvieron permitidos. En ese escenario, Urdaibai encontró mejores sensaciones que el día anterior. Su noveno puesto del sábado le obligó a remar en la primera tanda acompañado de Lekittarra, Zarautz y Tirán. En ese lugar atípico para ellos, los txos dejaron claro que su posición es otra muy diferente. No especularon en el inicio y desplegaron su fortaleza en las primeras paladas. Ya en el primer largo de ida quedó rota la regata. La Bou Bizkaia sufrió algo más en popare, pero su buen hacer a la hora de remar hacia fuera fue suficiente para vivir su tanda como una contrarreloj y cosechar un tiempo que finalmente nadie fue capaz de superar.
En este segundo día también encontró mejores sensaciones Lekittarra. Su lucha no son las banderas, pero en la pelea por la salvación es clave sumar puntos lo antes posible. Tras fallar el primer día, los entrenados de Osertz Alday mejoraron y con una regata muy constante desde el principio hasta el final fueron capaces de superar a Zarautz en el último largo y acabar en un sexto puesto final que les da aire de cara a los siguientes compromisos.
Ondarroa, Orio, Cabo y Ares remaron en la segunda tanda y ahí la esperanza bermeotarra empezó a crecer. Ya en los primeros registros, el tiempo de Urdaibai siguió como referencia y su ventaja creció a cada ciaboga. Los ondarrutarras no fueron capaces de acercarse y también sufrieron mucho por la calle cuatro. Las cosas no le salieron a la cuadrilla preparada por Iñaki Errasti y se hundió hasta la undécima posición.
Solo los favoritos aparecieron como amenaza de Urdaibai y uno de ellos cayó a las primeras de cambio. Hondarribia, dominador absoluto en el pistoletazo de salida de la Eusko Label Liga, vivió una regata para olvidar. Nada le salió y la fortuna tampoco le acompañó. En la primera ciaboga, los hondarribitarras vieron cómo el remo del proel saltaba por los aires. Urko Redondo lo tiró al agua para perder el menor tiempo posible y eso le supuso tres segundos de sanción. En el siguiente giro, el remero de Orio utilizó su propio remo para hacer la maniobra y en el último lo intentaron sin trincar. Ninguna de las estrategias arregló la situación y además la sangría de segundos también se dio durante los largos. La bandera, que parecía en sus manos, huyó y Hondarribia cayó hasta el décimo puesto total.
Por delante, Donostiarra y Zierbena marcaron la proa de la regata en las primeras paladas. Sin llamar demasiado la atención y haciendo su trabajo en silencio durante todo el fin de semana, las dos traineras cumplieron con creces ambos días. Ayer, compartieron el liderato en las primeras paladas, los donostiarras amenazaron con marcharse, pero los galipos siempre estuvieron ahí para dar la respuesta. La cuadrilla entrenada por Juan Zunzunegui tuvo además un último cambio de ritmo y con un buen largo final adelantó a Donostiarra, que pagó el exceso del inicio y cayó en el desenlace de la disputa. Aunque la alegría de Zierbena no pudo ser total. Se encontró con tres traineras más fuertes. No pudo mejorar el tiempo de Orio y Urdaibai y Santurtzi, además, realizó un mejor final para rebasarle en la tanda.
La Sotera dejó claro una vez más que siempre hay que contar con ella. La veteranía que hay en sus tostas le da un plus más a la hora de recuperarse de los golpes y su ambición no les deja luchar por otra cosa que no sea la victoria. Por momentos, las cosas pintaron mal para los entrenados por Iker Zabala. Fueron superados por Zierbena y Donostiarra en la tanda y el tiempo de Urdaibai cada vez estaba más lejos. Además, el objetivo de la bandera se complicó al no terminar de dejar atrás a Hondarribia. Sin embargo, Santurtzi mantuvo su fe. Siguió y siguió y no paró de crecer hasta romper definitivamente la tanda.
Los santurtziarras elevaron el nivel en la segunda parte de la regata. Primero dejaron atrás a Zierbena en el tercer largo y poco después de la ciaboga superaron a Donostiarra. La primera parte del trabajo estaba hecha y ahora quedaba la más complicada, mantener la renta y dar otro golpe más para atacar la bandera. Los patroneados por Gorka Aranberri entendieron a la perfección lo que exigía el campo de regatas, cogieron la dirección correcta y se dejaron hasta el último gramo de fuerza en busca de recortar los catorce segundos de desventaja con Hondarribia. Finalmente le sobraron otros catorce segundos. Santurtzi sonrió en el agua con la bandera y Urdaibai hizo lo propio desde tierra.