El responsable de arbitraje de la UEFA, Roberto Rosetti, señaló ayer que el propósito de la organización para la Eurocopa es “buscar la uniformidad, que las intervenciones del VAR sean por errores manifiestos y también evitar simulaciones, protestas y acciones ofensivas contra los árbitros”. “El objetivo es proteger el partido y la seguridad de los jugadores, no queremos aceptar ningún tipo de violencia”, dijo el exárbitro en un encuentro con medios, en el que recordó que habrá 18 árbitros europeos y uno argentino en la Eurocopa, quienes se concentrarán en Estambul durante el torneo. Los 22 árbitros de VAR operarán desde la sede de la UEFA en Nyon. Entre los seleccionados figuran dos españoles: el valenciano Antonio Mateu Lahoz, que pitó la final de la Liga de Campeones hace una semana en Oporto, y el madrileño Carlos Del Cerro Grande, que también estuvo en el equipo arbitral finalista. España es uno de los cinco países que tendrá dos colegiados principales en la Eurocopa.

Respecto a la utilización del videoarbitraje, Rosetti apuntó que desde febrero de 2019 se ha utilizado en 453 partidos: 297 de Liga de Campeones, 114 de Liga Europa, dos Supercopas y dos finales de Liga de Campeones femenina, y recordó que en la Eurocopa habrá tecnología en la línea de gol y tecnología 4K en las cámaras de fuera de juego. Rosetti se refirió también a las novedades en las reglas de juego, como la que elimina tener que anular un gol cuando ha habido una mano accidental de un compañero de equipo justo antes, y a la nueva redacción de la referida a las manos, ya que “no ha habido una interpretación consistente en las últimas temporadas”.

“No todos los contactos entre una mano y el balón son infracción. Se sancionará cuando un jugador haga que su cuerpo se haga grande de forma antinatural, siempre que el movimiento del brazo no sea una consecuencia del movimiento del cuerpo del jugador. Los árbitros tendrán que juzgar la validez de la posición de la mano o el brazo”, añadió.