- En el lugar y contra el rival menos esperado, un Getafe que no sabe lo que es ganar y ni siquiera marcar en 19 partidos contra el Atlético desde que lo dirige Diego Pablo Simeone, el líder -y próximo rival del Alavés- se dejó dos puntos el pasado sábado. Perseguido por "dos gigantes" en palabras de su entrenador, su pelea es también contra su propia ansia, de la que se aprovechan rivales cerrados como el azulón.

"Tenemos que tener más calma. El campeonato español es muy difícil, tenemos dos extraordinarios equipos que no van a perder ningún partido de acá al final, el Real Madrid y el Barcelona, lo sabemos y tenemos que tener tranquilidad de saber cuál es el camino, que el ansia no aparezca y sacar lo que tenemos por delante, que será el mejor camino", dijo Simeone tras el duelo del Coliséum.

Dentro de las doce pruebas que tenía por delante el líder, no parecía Getafe la más exigente en un camino en el que tiene visitas al Sánchez Pizjuán y al Benito Villamarín, a San Mamés o al Camp Nou -esta una auténtica final prevista para el fin de semana del 8 ó 9 de mayo, con el Barça a tiro de ponerse a cuatro puntos si gana hoy al Huesca-, pero se dejó dos puntos donde nunca ha perdido desde que Simeone cogió los mandos de la nave rojiblanca.

Ni los 19 partidos sin perder ni encajar contra el Getafe, las 16 victorias y 3 empates, los 34 goles a favor y ninguno en contra en el Coliséum palían un hecho incontrovertible: que el líder se dejó dos puntos ante un rival en una situación delicada, contra el que puso prácticamente toda su artillería y al que no fue capaz de superar. Un modelo que puede servirle de perfecto ejemplo al Glorioso.

Un fallo contra un rival al que, irónicamente, se ha identificado con algunas de las virtudes de este ciclo ganador del Atlético: la intensidad, la fortaleza defensiva, que quizás este año no le ha acompañado pero que ayer sí mostró. "Es difícil jugar contra el Getafe, tiene una manera de jugar difícil", dijo el portero esloveno Jan Oblak, una frase que no hace tanto dirigían otros al Atlético.

Tras el partido, Simeone recordó que las once jornadas que restan suponen "un montón todavía" de campeonato y que el torneo puede dar muchas vueltas. "El Barcelona ustedes decían que estaba mal y ya lo vieron en París, que pudo dar la vuelta al resultado y el Madrid saca adelante sus partidos", recordó, recuperando el mantra del "partido a partido".

Y lo cierto es que, mirando los números de su anterior título liguero, el de la temporada 2013-14, la apelación a la paciencia tiene su sentido. En aquel curso, en la vigésimo séptima jornada el Atlético no era líder, sino segundo con 64 puntos, tres menos que un Real Madrid que comandaba el campeonato con 67. Actualmente, los rojiblancos tienen un punto menos que entonces, y los blancos diez menos.

El conjunto rojiblanco no se puso líder hasta tres jornadas después y acabaría jugándose el campeonato en la última fecha tras desperdiciar la opción de cantar el alirón en casa al empatar contra el Málaga (1-1). El título llegó tras una final contra el Barcelona, con el empate en el Camp Nou gracias a un cabezazo del uruguayo Diego Godín.

Aunque apenas dos jugadores sobreviven de aquella plantilla (el capitán Koke y el defensor uruguayo José María Giménez), la vivencia de aquel torneo debe ser motivo suficiente para que el líder se acostumbre a lidiar con el ansia y al acoso de los "gigantes" del torneo a los que se refiere Simeone.