La pasión de Miguel Beltrán de Otalora (Vitoria, 1967) por el rugby comenzó a sus 14 años. Jugaba en el equipo de baloncesto de Corazonistas, pero su disolución le empujó a probar un deporte completamente nuevo para él que, desde hace ya mucho tiempo, se ha convertido en parte fundamental de su día a día. Durante más de tres décadas, ha compaginado su trabajo en una constructora familiar alavesa con todo tipo de funciones dentro del Gaztedi Rugby Taldea, pero en la actualidad su labor en el club es meramente deportiva. Además de ser el entrenador del primer equipo, Beltrán de Otalora es uno de los máximos responsables de la buena trayectoria del conjunto gasteiztarra en la División de Honor B -segunda categoría nacional-, donde, a falta de una jornada para terminar la primera fase, ocupan la tercera plaza.

Partido complicado el que jugaron este pasado fin de semana, ¿no?

-Sin duda. Fue, además, muy raro. Tuvimos varias bajas durante el encuentro y tiramos más de corazón que de juego. Parecía que con el 20-20 acabaríamos empatando, pero el tiro a palos en el último instante nos sirvió para remontar.

¿Qué valoración hace del curso?

-Ha sido muy satisfactoria. Nuestras expectativas eran estar luchando por no descender toda la campaña, pero las hemos superado y nos hemos metido en el Top 6. Hemos tenido partidos muy duros, largos e intensos, pero lo hemos conseguido y la plantilla está eufórica.

¿Qué aspiraciones tiene ahora el equipo para la segunda fase?

-La aspiración debe ser crecer. Seguir creciendo como equipo, que es lo que hemos hecho en la primera fase, e intentar mantener una forma de jugar dinámica, divertida y en la que todos puedan participar. Además, es importante que, poco a poco, vayamos integrando a esos jugadores de las categorías inferiores que todavía no han contado con los suficientes minutos para crecer con el equipo.

¿Cuáles serán las claves para que el equipo siga con su buena dinámica en la segunda fase de la campaña?

-Que la salud nos cuide, sin duda. Es algo que se dice mucho últimamente, pero, más allá de las posibles ausencias que pueda ocasionar el covid-19, necesitamos que nos respeten las lesiones para así poder hacer variaciones sin que baje la calidad del equipo. Ahora mismo tenemos cuatro jugadores lesionados, pero no son casos graves y los esperamos para la segunda vuelta.

El Gaztedi ha mejorado considerablemente respecto a la temporada pasada. ¿Cómo lo han logrado?

-La mentalidad de los jugadores ha cambiado. Más allá de conocernos todos, hemos creado un gran grupo y, además, hemos conseguido recuperar a varios compañeros que estaban fuera de la dinámica. Por otro lado, que no haya habido cambios a mitad de temporada ha evitado cualquier posible desestabilización dentro de la plantilla.

El covid-19 es algo que, irremediablemente, les ha acompañado en la primera vuelta. ¿Cómo ha afectado la pandemia en el día a día?

-Nos ha afectado en la duración de los entrenamientos, que hemos tenido que reducir, y en el empleo de distintos sistemas. Hemos tenido que cumplir, lógicamente, con las medidas de Sanidad y, además, con las de nuestro propio equipo médico, que han sido incluso más severas. Eso sí, aunque nos hayan aplazado algún partido, siempre ha sido por casos en el equipo rival, a nosotros no nos ha afectado en ese sentido.

¿Han afectado también estas medidas al tercer tiempo después de cada jornada?

-Así es. Lo seguimos haciendo, pero es mucho más frío de lo que era antes. Lo bonito de esto era disfrutarlo con la afición y ahora solo podemos hacerlo con el equipo rival, que está en la misma burbuja que nosotros. Sinceramente, es una pena que la afición no pueda seguir al Gaztedi a pie de campo en una temporada tan especial y positiva.

No les están siguiendo en Gamarra, pero sí a través de youtube. ¿Cómo percibe el club este seguimiento vía telemática?

-Nos sorprende lo bien que está funcionando y toda la gente que lo está siguiendo por streaming. Nos estamos dando cuenta de que hay más gente interesada en este deporte de la que parece y su inclusión ha sido una decisión completamente acertada.

¿Han dañado todas estas medidas la motivación de la plantilla en algún momento?

-Qué va, todo lo contrario. Las medidas han estado siempre en un segundo plano. Volver a los entrenamientos y a la competición fue una liberación. El covid-19 no nos dejaba hacer nada y que, a partir de junio, nos abrieran la puerta para hacer deporte fue lo que necesitábamos para calmar nuestro desasosiego.

El Gaztedi es un club que en los últimos años ha trabajado mucho en la difusión del rugby. ¿Cree que con el tiempo llegará a convertirse en un deporte popular en Vitoria?

-El objetivo del club y de todos los que estamos dentro de él es que formemos parte de Vitoria. El Gaztedi es un club histórico que da la cara cada día y que innova en muchos sentidos -como en el equipo de inclusión-. Tenemos un montón de socios y hemos demostrado que somos una entidad seria en la que se puede confiar. Deberíamos tener más resonancia en Vitoria y espero que así sea en un futuro.

¿Cuán importante es la permanencia en la División de Honor B para el futuro del Gaztedi?

-Es curioso porque al comienzo de la temporada lo que nos preguntábamos era si podríamos competir en esta división. El covid-19 ha supuesto muchos gastos extra y, además, nos ha hecho perder algunos patrocinadores. Por ello, el club ha tenido que hacer un importante esfuerzo económico para mantenernos y, por suerte, ese esfuerzo se ha visto recompensado con la permanencia y, por qué no, con algo más. Ahora nos toca jugar contra los otros cinco mejores del grupo y vamos a darlo todo por estar arriba. Eso sí, tenemos que seguir la línea que llevamos. No podemos hipotecar al club y debemos trabajar con la cantera, somos un club con jugadores alaveses y queremos que siga siendo así.