i la temporada ciclista en su vertiente profesional ya está generando muchas noticias en forma de aplazamientos y cancelaciones, la incertidumbre en la que vive inmerso el pelotón amateur da para escribir un libro. El invierno va quedando atrás. El inicio de la temporada espera a la vuelta de la esquina (el día 27 en Zumaia). Y el tradicional aperitivo del Essor Basque en Iparralde, este fin de semana y el próximo, ha situado a los equipos de este lado de la muga en una complicada tesitura. Necesitan dar días de competición a sus ciclistas. Pero en el contexto actual, con una coyuntura sanitaria y económica que dificulta la esponsorización en disciplinas deportivas poco visibles, la reciente exigencia por parte del Gobierno francés de presentar un resultado negativo en PCR para poder cruzar la frontera les ha supuesto un quebradero de cabeza de cientos de euros.
Asumen su pago con resignación, por ejemplo, en el Grupo Eulen zarauztarra, que estrena hoy la temporada 2021. “Todavía no tengo las facturas, pero son en torno a cien euros por test, más diez adicionales por la inscripción de cada corredor”, asegura Ismael Echarri, responsable del club Jira-Bira. Las cuentas salen solas, teniendo en cuenta que la estructura desplazará este fin de semana y el que viene a diez personas a Iparralde, debiendo además repetir las pruebas médicas de cara al segundo viaje. En total, más de dos mil euros por dotar a la plantilla (catorce corredores, divididos en dos grupos de siete) de kilómetros de calidad para que las piernas comiencen a carburar. En cifras similares va a moverse el Laboral Kutxa, filial del Euskaltel, que integra igualmente el pelotón de la carrera. También la disputa el segundo equipo del Caja Rural y una selección de la Federación Vasca.
Se habían generado lógicas dudas al respecto, pero el Essor Basque y sus cinco jornadas (días 6,7,12,13 y 14 del presente mes) han salido adelante con el premiso de las autoridades locales, lo que no deja de suponer un motivo de optimismo. Los equipos de Hegoalde, en cualquier caso, esperan acontecimientos cruzando los dedos. El primer fin de semana de competición, dentro del calendario de las federaciones vasca y navarra, es el último de febrero. Pues bien, la prueba de Ereño (Bizkaia), prevista para el domingo 28, ya ha anunciado su aplazamiento. De momento parece que la cita en Zumaia el sábado 27 continúa en pie, pero el panorama general dibuja una incertidumbre complicada en plena pandemia.
A estas alturas de la película, las citadas federaciones no han oficializado aún, en connivencia con las instituciones públicas, ningún protocolo de actuación para llevar a cabo las distintas carreras de sus programas. Esta circunstancia viene a dejar la pelota en el tejado de organizaciones modestas y limitadas tanto a nivel económico como logístico, cosa que no aporta estabilidad precisamente. Sin un procedimiento fijado al que adaptarse, cada una de ellas debe decidir cómo minimiza riesgos y trabaja para evitar contagios, tarea de gran responsabilidad que cabe sumar a las propias de promover una competición ciclista. Los equipos temen que esto, unido a posibles dificultades económicas derivadas de la crisis sanitaria, termine mermando su calendario, en forma de suspensiones.
Precisamente para evitarlas, las escuadras de Euskadi y Navarra promovieron a finales de otoño una propuesta conjunta en la que accedían a rebajar en un 50% la dotación de los premios monetarios de las carreras. Tras concluir la temporada 2020, marcada en gran parte por la pandemia, observaron cómo las pruebas de cadetes, juveniles e incluso profesionales habían tenido menos dificultades que las Élite-Sub-23 para reanudarse después del confinamiento. Analizaron que la existencia en estas de premios económicos podía suponer un lastre para organizadores con presupuestos ajustadísimos. Y parece que la iniciativa fue aceptada de buen grado. Sin embargo, y pese a que el calendario oficial de carreras ya ha sido publicado, la situación lleva a los integrantes del mundillo a temer por la realización del mismo, al menos en el corto plazo.