- Aunque afortunadamente va remitiendo su virulencia, el maldito covid-19 continúa engordando su larga lista de víctimas. Y no solo en lo que a vidas respecta. Estas sin duda son las más importantes pero no las únicas. Porque entre el amplio número de damnificados puede encontrarse casi de todo. Uno de los grupos más grande es el de los eventos deportivos que no van a poder acudir a su cita habitual. El último en tener que rendirse a la evidencia es el Ironman Vitoria-Gasteiz, que ayer anunció oficialmente la suspensión de la prueba prevista para el próximo 12 de julio.

A través de un comunicado la organización del evento informó de que "siendo la salud y la seguridad de nuestra comunidad nuestra máxima prioridad y basándonos en las directrices anunciadas por el Gobierno de España" la que iba a ser la segunda edición de la competición gasteiztarra no podrá llevarse a cabo. Al menos, según el guion inicialmente trazado. Porque los responsables de la franquicia Ironman se resisten a bajar definitivamente el telón y mantienen una mínima puerta abierta a que la prueba pueda terminar celebrándose a lo largo de lo que resta de 2020. "Nuestro equipo está trabajando diligentemente para encontrar una posible nueva fecha para la carrera", añade el comunicado.

Una posibilidad que, desgraciadamente, no parece en absoluto sencilla que pueda acabar llevándose a cabo. Desde que estalló la crisis del coronavirus, han sido ya muchas las pruebas Ironman que se han cancelado definitivamente y una cantidad similar se han reprogramado para fechas posteriores a la prevista inicialmente para su celebración, dando lugar a un calendario extremadamente cargado. Lo que en una disciplina tan peculiar como esta que obliga a un esfuerzo extremo y requiere de amplios periodos de recuperación entre una competición y otra dibuja un escenario todavía más complicado.

En principio, el pequeño resquicio por el que todavía se cuela un mínimo hilo de esperanza apuntaría al traslado del evento gasteiztarra al mes de octubre. Algo que ya ha sucedido por ejemplo con las citas de Barcelona (el día 4), Marbella (el 25) y Mallorca (el 31). Estirar más el calendario está prácticamente descartado teniendo en cuenta la climatología de la capital alavesa y que el sector de natación debe desarrollarse en las aguas del pantano. Ahora bien, encontrar un hueco en el que todos los condicionantes existentes permitan encajar la cita se antoja harto complicado.

El mayor de todos los impedimentos, evidentemente, puede ser la evolución que presente la pandemia. Y es que únicamente en una situación muy favorable podría darse luz verde a la celebración de un evento de estas características. Pero incluso dando por superada esta condición el panorama se presenta complicado. Además de los tres Ironman que ya están programados en territorio español en octubre (uno de larga distancia y los otros de media), hay que tener en cuenta que el día 10 se celebrará en Kona el Mundial de la especialidad, una cita marcada a fuego en los calendarios de todos los triatletas de larga distancia y que, evidentemente, tendrá absoluta preferencia sobre cualquier otra a la hora de cuadrar las agendas. Por si todo ello no fuera suficiente, en la noche del domingo 25 de octubre está previsto que llegue a Vitoria la amplia caravana de la Vuelta ciclista a España para disfrutar al día siguiente de la jornada de descanso en la capital alavesa y partir el 27 camino de Valdegovía. Una invasión a todas luces incompatible con la celebración al mismo tiempo de un evento de las dimensiones del Ironman.

A pesar de estas dificultades, la organización emplaza a todos quienes tenían previsto estar en la línea de salida el próximo 12 de julio a mantenerse atentos a las posibles novedades. "En lo que sigue siendo una situación cambiante e imprevisible a nivel global, comprendemos los inconvenientes que la suspensión puede causar, pero estamos impacientes por poder ofrecer a nuestros atletas una gran carrera en el futuro", argumenta. En este sentido, se marca el próximo 4 de junio como fecha límite para adoptar una decisión definitiva sobre el Ironman de Vitoria. Si en ese momento no ha sido posible su reubicación en otra fecha de este 2020, la cancelación será inevitable y el único consuelo posible sería ya comenzar a pensar en la edición de 2021.

A la espera. Los organizadores anunciaron ayer una suspensión provisional del Ironman de Vitoria, manteniendo un pequeño hilo de esperanza con la posibilidad de reubicarlo en otra fecha a lo largo de este año.

Segunda edición. Tras más de una década organizando un triatlón de larga distancia de manera independiente, la prueba gasteiztarra entró en 2019 bajo el paraguas de la histórica marca Ironman y el estreno se saldó con un rotundo éxito tanto en los deportivo (con victoria del gasteiztarra Eneko Llanos) como en lo económico.

Futuro en el aire. El acuerdo que permitió la llegada de la franquicia Ironman a Vitoria tenía una duración inicial de dos años ampliable a otros dos en función de la consecución de varios objetivos. La irrupción del coronavirus y la suspensión provisional de la cita dejan ahora el futuro de la competición en el aire.

3.090

Participantes habían conseguido ya su dorsal para participar en la prueba. El cupo disponible para esta edición se agotó con más de ocho meses de antelación.

3,4

Millones de espectadores siguieron en directo la prueba del año pasado a través de su retransmisión por la plataforma Facebook Watch. Una plataforma sin duda espectacular para dar a conocer el territorio y atraer potenciales visitantes.

7

Millones de euros de impacto económico directo fue el balance aproximado del estreno del Ironman de Vitoria en el año 2019.

El mes de octubre se antoja la única posibilidad viable para trasladar el evento, aunque también presenta importantes obstáculos

El 10 se disputa el Mundial de Kona, las citas de Barcelona, Marbella y Mallorca se han reubicado los días 4, 25 y 31 y la Vuelta llega a Gasteiz el 25