- No conviene desdeñar el nombre que se les da a los hitos y a los asuntos transcendentes. La grandilocuencia no suele ser gratuita. Ahí están el Tratado de Versalles, la Conferencia de Postdam, la Carta de las Naciones Unidas o la Declaración Universal de los Derechos Humanos entre otros grandes iconos de nuestro tiempo. Bautizar los acontecimientos supone dotarlos de jerarquía, peso, cierto grado de liturgia e introducirlos para siempre en las cajas negras de la historia a modo de recordatorio. La pandemia del coronavirus, el gozne que está poniendo en jaque al mundo que conocemos y girando los postulados de la sociedad tal vez para siempre, ha provocado el nacimiento de los Pactos de Viana, algo así como la reactivación del fútbol. Su refundación en medio de la crisis. El pomposo nombre responde al palacio de Viana, donde el pasado sábado, el Consejo Superior de Deportes (CSD), LaLiga y la Federación Española de Fútbol (RFEF) acordaron el retorno del fútbol, siempre y cuando la pandemia esté controlada.
Irene Lozano, en nombre del Gobierno español, Javier Tebas, como máximo dirigente de LaLiga y Luis Rubiales, presidente de la Federación, se reunieron con la intención de establecer el calendario del retorno de la competición liguera. En el cónclave auspiciado por el CSD se trataron de limar asperezas entre LaLiga y la Federación, dos entes en continuo conflicto encarnados por Tebas y Rubiales, enemigos irreconciliables, para dar una salida al fútbol español, en estado de hibernación desde hace semanas. El encuentro entre las partes, que tuvo una duración de ocho horas, desembocó en un pacto para restablecer la competición con la intención de concluir la competición doméstica si la pandemia lo permite y las autoridades dan la luz verde.
La hoja de ruta está trazada y según anunció la Cadena Ser, antes de poner en marcha la maquinaria, se realizarían test masivos a todos los estamentos involucrados el 27 de abril. A partir de esa fecha, el 4 de mayo comenzarían los entrenamientos individuales o en pequeños grupos, que se verían ampliados a grupos más numerosos una semana después, el día 11. Para el 18 de mayo, los equipos entrenarían al completo para adquirir la forma y poder así finalizar el campeonato, del que restan once jornadas. Una vez finalizada la pretemporada, la idea es reactivar el torneo en la tercera semana de junio, si bien parece que los partidos se diputarán a puerta cerrada. Si el plan sigue su curso, los rectores del fútbol quieren que LaLiga concluya antes de agosto.
Aunque las fechas no se han oficializado, el CSD emitió un comunicado en el que profundizó más sobre los acuerdos y en el que anunció que las tres partes pactaron “el retorno a los entrenamientos del fútbol profesional, un hecho que queda supeditado, en cualquier caso, a la evolución de la pandemia del covid-19 y a las decisiones que adopte el Ministerio de Sanidad. Así se producirá siempre y cuando las circunstancias sanitarias lo permitan y bajo estrictos protocolos de salud”. Los agentes involucrados en las conversaciones “se comprometieron igualmente a dedicar parte de los recursos que generen los derechos audiovisuales del fútbol a un rescate del resto de deportes federados, olímpicos y paralímpicos”, así como que los presidentes de LaLiga y de la FEF “suscribieron un compromiso para crear un fondo de contingencia de 10 millones de euros -al que invitarán a participar a otras entidades como la Asociación de Futbolistas AFE- para ayudar a los deportistas más vulnerables”.
Test masivos. Las garantías sanitarias son imprescindibles para que se reanuda competición, por eso se realizarán test masivos en todos los estamentos involucrados. Se maneja la fecha del 27 de abril.
Pretemporada. Los entrenamientos de los equipo se realizarán en distintas fases. Primero de manera individual y en pequeños grupos antes de que toda la plantilla se reúna en un plan que iría del 4 al 18 de mayo para emprender una pretemporada.
Competición. La idea es reactivar la competición la tercera semana de junio y finalizarla antes de que comience agosto.