- Los recientes anuncios de suspensión de la Premier League en Inglaterra, de la Bundesliga en Alemania y de la Ligue 1 en Francia, así como las competiciones europeas -Champions League y Europa League- han dejado sin fútbol a los aficionados europeos, abocados al presunto interés que despierten las competiciones de Rusia, Ucrania, Turquía, Serbia, Bielorusia y Hungría, las únicas que, por ahora, sobreviven a la crisis del coronavirus.
Hasta ayer, la Premier, la Bundesliga y la Ligue 1, así como los torneos de clubes de la UEFA, tenían previsto mantener el fútbol, al menos, este fin de semana y, en el caso de la Champions y la Europa League, la próxima semana. Pero los acontecimientos se precipitaron en las últimas horas. Inglaterra hizo público el positivo de Mikel Arteta, técnico del Arsenal, y del jugador del Chelsea Callum Hudson-Odoi y aceleraron la cancelación inmediata de los torneos inicialmente hasta el 3 de abril. "Ya me siento mejor. Todos nos enfrentamos a un reto enorme y sin precedentes. La salud de todos es lo único que importa ahora mismo. Protéjanse unos a otros siguiendo las directrices y saldremos adelante juntos. Bien hecho por la Premier League al tomar las decisiones correctas", declaró Arteta.
Alemania estaba decidida a completar la vigésima primera jornada aunque a puerta cerrada. De hecho, ayer el Fortuna Dusseldorf y el Paderborn debían abrir la sesión. Sin embargo, el cariz alcanzado por la crisis en el resto de países del Viejo Continente llevaron a las autoridades del fútbol germano a aplazar los encuentros hasta, al menos, el 2 de abril.
Inglaterra y Alemania fueron las últimas en echar el cierre a sus torneos. Un poco antes lo oficializó la Ligue 1 de Francia, que preveía que el balón rodara en los campos este fin de semana. La Federación de Francia suspendió todas sus competiciones, "todos los entrenamientos y todas las actividades en las escuelas de fútbol. Desde este viernes 13 de marzo hasta nuevo aviso".
Previamente se canceló el fútbol en Holanda, "inicialmente hasta el próximo 31 de marzo" y en Portugal, que paró la Primera y Segunda División hasta una fecha "sin determinar".
La acentuada propagación del virus y las serias consecuencias que ha provocado en el Viejo Continente ha propiciado una reacción en cascada en el mundo del deporte. Estas ligas siguieron el ejemplo de Italia y España, los lugares más afectados por el coronavirus y los primeros en cerrar las puertas al fútbol.
LaLiga suspendió días atrás, al menos durante dos semanas, la Primera y la Segunda División. Después, las autoridades optarán por alargar el parón o retormar la competición si se dan las circunstancias favorables. Igual sucedió con la final de la Copa, prevista para el 18 de abril y que fue aplazada.
Italia ha tenido un frenazo progresivo. Desde semanas atrás canceló partidos sueltos de algunas jornadas mientras otros se completaban a puerta cerrada. Hasta que el pasado lunes la decisión fue la suspensión total de la Serie A hasta el 3 de abril, inicialmente. En Italia, los casos de coronavirus abundan. Ayer la Sampdoria conoció cuatro casos más, para un total de cinco en su plantilla.
El fútbol europeo ha quedado paralizado. Gran parte de las ligas nacionales y también los torneos continentales. La UEFA anunció ayer que paraliza tanto la Liga de Campeones como la Liga Europa, una determinación que será oficial el próximo martes, cuando también se desvele el futuro que espera a la Eurocopa. Solo Rusia, Ucrania, Turquía y Hungría tendrán competición este fin de semana.
En Rusia, ayer se jugó el Grozny contra el Dinamo Moscú con normalidad y en Hungría también hay previstos partidos de la máxima categoría, entre el Gyirmot y el Saroskar. La Superliga turca afronta sin frenos la vigésima sexta jornada. Lo mismo sucede con Ucrania, que encara la vigésima tercera sesión.
La Federación Española emitió ayer un comunicado en el que propone a los clubes que suspendan los entrenamientos colectivos y los sustituyan por planes individuales y recomienda a los futbolistas que "atiendan escrupulosamente las pautas sanitarias y gubernativas".
LaLiga estima que las pérdidas en caso de que los campeonatos de Primera y Segunda no se reanuden se elevarían a más de 600 millones de euros. Asimismo, LaLiga y la Federación trabajan en el hipotético escenario de que no se puedan completar las doce jornadas que restan del campeonato, a fin de resolver qué sucedería con el título, los clasificados a competiciones europeas, los ascensos o los descensos.