madrid - La relación entre la ACB y la Euroliga hace tiempo que parece avocada hacia una inevitable ruptura y en la jornada de ayer se escenificó el enésimo capítulo de la cruenta guerra que les enfrenta en los últimos tiempos. El detonante fue la decisión del torneo continental -anunciada por la mañana- de modificar los criterios de asignación de plazas para los equipos participantes a partir de la temporada 2020-21. Un cambio que convierte en prácticamente imposible acceder al mismo a través de los méritos contraídos en las ligas domésticas.
Algo que evidentemente no gustó a la Asociación de Clubes de Baloncesto, que a media tarde emitió un comunicado en el que manifiesta “su firme rechazo al modelo aprobado unilateralmente por la Euroliga”, por el que sustituye la clasificación a través de las ligas nacionales por invitaciones o wild cards.
La ACB destaca “la necesidad de mantener un ecosistema deportivo en el que las ligas nacionales clasifiquen para las principales competiciones europeas, como ha sucedido a lo largo de toda la historia del baloncesto europeo y ocurre en los torneos deportivos más relevantes en el continente”.
La asociación que preside Antonio Martín también se opone a “la arbitrariedad del nuevo sistema de acceso, que reemplaza la habitual clasificación por ligas nacionales con la decisión de entregar cinco wild cards, tres de ellas anuales”.
Tras las modificaciones aprobadas ayer en Múnich por la Euroliga, siguen teniendo plaza asegurada los once clubes con Licencia A -Real Madrid, Barcelona, Baskonia, Armani Milan, Anadolu Efes, Fenerbahce, Olympiacos, Panathinaikos, CSKA, Maccabi y Zalgiris-. También tendrá acceso el campeón y el subcampeón de la Eurocup, la segunda competición europea, y se incorporan el ASVEL Villeurbanne francés y el Bayern Munich alemán.
Hasta ahora tenían plaza asegurada los campeones de las ligas de Rusia, Italia, Alemania y España, pero desde la campaña que viene esas plazas se sustituyen por wild cards o invitaciones. - Efe