Bilbao - “Tenemos que poner en valor lo que hemos conseguido hasta ahora, saber disfrutar de ellos. Euskadi ha llegado mucho antes de lo pensado a lugares que se creían imposibles en estos momentos”, disertó Jon Odriozola, ideólogo del Euskadi-Murias, el día en el que la escuadra presentó en Errenteria su inmersión en el curso de 2019, su quinta campaña en el asfalto, la segunda en la categoría Continental Profesional, el lugar desde el que tomar impulso y dar otro salto hacia delante. Un desafío. Como el de aquellos navegantes que no disponían de más referencia que las líneas del horizonte y las estrellas para seguir el rumbo, pertrechados con ambición valentía y agallas, la formación vasca embarcará a 20 tripulantes con la idea de navegar con firmeza después de soportar tiempos de zozobra e inestabilidad para pisar tierra firme. En el Euskadi-Murias no quieren distracciones y prefieren instalarse en un discurso más práctico, atendiendo más al ahora que al después, que nunca se sabe. Tampoco con una bola de cristal. Más si cabe en el ciclismo, que al igual que el teatro vive en permanente crisis. En ese ecosistema complejo, en la formación vasca continuarán empleando la pértiga del trabajo como metodología. Sobre ese patronaje alcanzó un 2018 de relumbrón. “En ese aspecto, los objetivos nos los ponemos nosotros mismos, con la máxima exigencia, al igual que hemos hecho hasta ahora. Nuestra idea es consolidarnos en el tiempo y, sobre todo, saber valorar los hitos históricos que hemos logrado”, apuntó Odriozola bajo los focos.

Ante la pantalla de un cine se rueda la película del Euskadi-Murias. Luces, cámara, acción. El guion del largometraje lo traza el mánager de la escuadra, que desea engarzar la idea del disfrute con la prosa de la competición en una campaña especial según sus cálculos. “Este año creo que servirá de punto de inflexión para saber a dónde vamos”, enmarcó el mánager de la formación. “Me da la impresión de que cada vez se nos valora más y se nos reconoce como un equipo con alma, ambición y carácter”, destacó el oñatiarra, convencido de que el verde que pinta la piel de su corredores, que incorpora el aporte de la Fundación Mundubira 500, se ha mimetizado con el empuje que llega desde la cuneta. “Hemos llegado a la afición, hemos calado y se nos tiene más en cuenta porque lo importante son los hechos. Somos Euskadi-Murias y queremos trasladar la idea de que queremos ser unos grandes embajadores, como el del patronato de Elkano o de cualquier empresa de Euskadi”, deslizó Odriozola, que sostuvo que el Euskadi Murias “ha dado un salto de calidad indudable y esa es la línea a seguir, nuestra intención es tener estabilidad y asentarnos cada vez más”.

en busca de sostenibilidad El paladar de 2018 ha dejado un grato recuerdo en las papilas gustativas de la formación vasca, que mira al modelo de estructuras francesas a modo de referente. La sostenibilidad es el nuevo lema en un escenario complejo, repleto de aristas y que anuncia mutaciones futuras. “Nuestra idea, lo que tomamos como referencia, son los equipos franceses, que son proyectos pensados para perdurar, que buscan la sostenibilidad, trabajar a largo plazo. Son estructuras fuertes, pero viables en el tiempo y ese es el ejemplo que queremos seguir, tener continuidad y una forma de trabajar que vaya en esa dirección”. En busca de esa Arcadia, de algo similar al jardín del Edén, Euskadi-Murias se enfrenta al reto de reinventarse desde una plantilla con importantes cambios y que pierde la pegada de Prades y Aberasturi, dos triunfadores en 2018. “Hemos perdido a corredores muy buenos para nosotros, como Eduard Prades o Jon Aberasturi, pero estoy muy contento con el equipo que hemos formado”, analizó Odriozola, con la confianza por bandera ante la visión del presente curso que arranca con la Challenge de Mallorca el 31 de enero. “Estoy muy ilusionado. Hay corredores que cogerán un punto más, en ese sentido soy de la opinión de que seguirán madurando y darán el callo en carrera”, argumentó Odriozola.

En esa intersección de intenciones, deseos y sueños, debe encontrarse la expansión y afianzamiento de la escuadra vasca. “Tenemos la esperanza de que Óscar Rodríguez se consolide y esperamos que Barthe, Samitier, Irizar, Aristi, Barceló den un paso adelante. También que Bravo o Bizkarra tengan más respiro y tengan más tiempo para preparar una carrera como la Vuelta”, argumentó Odriozola, sobre una planificación en la que la Vuelta a España ocupa un lugar dominante. Aunque se desconoce oficialmente si el Euskadi-Murias repetirá experiencia en la carrera española, el triunfo de Óscar Rodríguez en La Camperona invita a pensar que la escuadra vasca estará en carrera. “Nuestra planificación la hacemos con la idea de correrla. Queremos hacer un calendario similar al del año pasado”, certificó Odriozola, ante el desafió de superar un año mágico.

De entre las novedades del nuevo plantel destaca la incorporación de Beñat Intxausti, procedente del Sky, a modo de luminaria en el reparto de la escuadra vasca. El vizcaino quiere recontarse consigo mismo en el Euskadi-Murias, que ha apostado por Intxausti con la idea de recuperar su mejor versión tras tres años de problemas físicos. “La incorporación de Beñat Intxausti supone un gran cambio. Es un corredor de muchísimo nivel, aunque ha tenido problemas los tres últimos años y no ha podido dar su nivel. En Euskadi-Murias queremos recuperar al Intxausti de antes. Es un apuesta clara por él”, enfatizó el mánager de la formación, muy satisfecho con la adaptación de Intxausti al equipo. “De momento se ha integrado muy bien, haciendo grupo. Ayuda mucho a los jóvenes. Tiene que ser un maestro para ellos. Creemos que él puede seguir creciendo”. Junto a Intxausti, también se han incorporado, Juan Antonio López-Cózar (Fundación Euskadi), Mario González (Sporting-Tabira) y los aficionados Dani Viejo (Caja Rural) y Urko Berrade (Lizarte)

Todos ellos, los que continúan y los nuevos fichajes del Euskadi-Murias deberán reafirmar “nuestras señas de identidad: resultar un equipo reconocible y mostrar personalidad en carrera”, enmarcó Odriozola, que en el quinto año de vida de la estructura percibe un mayor respaldo del planeta de ciclistas y sus jerarcas. Sin ir más lejos, la invitación a disputar la Flecha Valona sitúa al Euskadi Murias en otro rango. Se nota en el rostro feliz de la plantilla. “Tanto ASO, organizadora del Tour y de la Vuelta, entre otras pruebas, como otras organizaciones nos tienen en mayor consideración. Eso es muy importante. Tendremos un gran calendario. Trabajamos con la idea de volver a correr la Vuelta y pondremos el foco en la Itzulia o la Clásica de San Sebastián. Queremos hacerlo bien en unas carreras que son muy especiales para nosotros”. El Euskadi-Murias toma altura.

Ciclistas

Mikel Aristi (sigue)

Aritz Bagüés(sigue)

Fernando Barceló(sigue)

Ander Barrenetxea(sigue)

Cyril Barthe(sigue)

Urko Berrade(Lizarte amateur)

Mikel Bizkarra(sigue)

Garikoitz Bravo(sigue)

Mario González(Sporting-Tabira)

Julen Irizar(sigue)

Beñat Intxausti(Sky)

Mikel Iturria(sigue)

Juan Antonio López-Cózar(Fund. Euskadi)

Óscar Rodríguez (sigue)

Sergio Rodríguez(sigue)

Héctor Sáez(sigue)

Sergio Samitier (sigue)

Enrique Sanz(sigue)

Gotzon Udondo(sigue)

Daniel Viejo(Caja Rural amateur)

Mánager general: Jon Odriozola

Directores: Rubén Pérez, Xabier Muriel y David Echávarri