Vitoria - Hasta hace cuatro años, cuando su DNI marcaba los 33, el vitoriano Gustavo Sánchez no empezó a practicar el running de asfalto. Con 29 tuvo un pequeño contacto pero lo dejó enseguida. “No me enganchó”, reconoce. El gusano volvió a los 31 y dos años después fichó por el Alimco-RunningFiz, creado por Martín Fiz e Iñigo González de Heredía, exciclista profesional. A pesar de empezar tarde en el asunto de las zapatillas, actualmente es uno de los atletas populares más destacados. Sirva como ejemplo su última victoria en la pasada Vitoria- Gasteiz Trail, una exigente carrera de montaña donde se impuso con autoridad en la categoría más larga de 26 kilómetros.
No es sin embargo el terreno agreste donde se mueve con soltura el corredor alavés, ya que su verdadera especialidad desde que comenzó son las carreras de asfalto, especialmente las de media maratón y maratón. El gasteiztarra reconoce que los últimos cuatro años le han cambiado la vida. “Entrenar a diario con los compañeros y disfrutar de esa atmósfera mágica que se crea alrededor es lo que más me gusta”, señala a este diario Sánchez, cuyo curriculum deportivo contempla deportes de equipo como el balonmano o el baloncesto, modalidades en cualquier caso a las que nunca se dedicó como hace ahora cuando se calza las zapatillas.
Entre los objetivos más importantes que ahora maneja destacan la Maratón de Valencia y La Media de Vitoria. En la primera (2 de diciembre) intentará bajar de las 2 horas y 37 minutos -marca personal en la maratón de Donosti hace tres años-, mientras que para La Media (16 de diciembre) intentará firmar un tiempo de 1:12, bajando así en un minuto la marca que logró en 2017 en la Zubiri-Pamplona.
insultos a los voluntarios Hasta entonces, mantendrá su nivel competitivo a base de entrenamientos y carreras populares en las que también es posible que participe como colaborador. Faceta ésta a la que este vitoriano concede una gran importancia. “Los voluntarios son esenciales para que las carreras salgan adelante y lo que más me quema es ver a la gente insultándoles. La gente no se da cuenta de que no cobran y además las calles solo estarán cortadas dos horas... Tenemos mucho que aprender aún de capitales más grandes en este aspecto”, asegura Sánchez.
A sus 37 años y cuatro corriendo a sus espaldas, la pregunta resulta inevitable. ¿Qué le llevó a empezar? “La adrenalina que sentí con mi primera media en Logroño me hizo seguir. Acabé cuarto en una carrera a la que fui arrastrado por unos amigos que la iban a hacer y que apenas preparé”, recuerda. Ahí, casi sin quererlo, empezó todo. Con 31 años.
Durante esa temporada disputó carreras populares hasta que un día se enteró de que Martín Fiz iba a comenzar a dar clases. No se lo pensó dos veces y se presentó. A pesar de estar algo “fondón” (entonces pesaba 85 kilos y ahora apenas se pasa de los 64 kilos), siempre lideraba los entrenos, hasta que un año después su hoy entrenador le reclutó para la causa. Desde entonces, este galgo tardío no ha dejado de entrenarse todos los días.
Organiza su semana deportiva en función de los horarios de su trabajo y desgasta cada semana unos 45 kilómetros, bien en solitario o con sus compañeros. Unas veces con música de fondo y otras “a pelo”, escuchando únicamente el sonido repetitivo de su respiración o sus zapatillas rozando contra el asfalto. No hay más. Y por su puesto, tampoco hay ningún “secreto” en su forma de hacer más allá de competir siempre que puede para suplir la falta de entrenamientos. “Me gusta mucho más disputar una carrera y sentir ese cosquilleo que salir a entrenar, esa es la verdad”, asegura con sinceridad.
mo Farah y Martin fiz Cuestionado finalmente por alguno de sus referentes de cabecera, este vitoriano se queda con las “zancadas imponentes” del corredor de fondo británico Mo Farah, campeón olímpico, mundial y europeo de 5000 y 10 000 metros, entre otros, y por supuesto con Martín Fiz, su gran mentor, al que considera a estas alturas un “grandísimo compañero”.