Vitoria. A través de su perfil de Instagram dijo que se sentía "feliz y muerto" y agradeció todo el apoyo recibido, sin el que no hubiera podido terminar el maratón de la capital británica, que se produjo unas condiciones complicadas.

Se mostró "feliz por haber puesto una estrella más" en su palmarés y sobre todo por haberse convertido "en el embajador de toda la oleada de atletas aficionados que hoy corren por el mundo".

El vitoriano explicó que "todo pesaba como vigas de acero" a causa del calor "insoportable" que hizo durante la prueba -la más calurosa de las 100 ediciones-, "por la responsabilidad, la tensión y una lesión" que le convirtieron en una "persona vulnerable".

Señaló que el nivel del dolor "fue inmenso" y "el sufrimiento marcó la victoria", aunque tuvo su mejor "revulsivo y antídoto" para equiparar sus penas con la presencia de su hijo Alex y el resto de su familia, a los que consideró que no les podía fallar.

"Escribo y me emociono porque gracias a ellos tuve la energía para poder terminar el maratón más duro de todos los que corrí de los 'Six Majors'", insistió.

Fiz sostuvo que en la prueba londinense "no había que tirar de calidad, sino de casta, de pensamiento, de amigos y familia".

"Hoy he sufrido como nunca y hoy estoy feliz por compartirlo con los que más quiero, con todos vosotros", finalizó el atleta.