MONTECARLO - Rafa Nadal cerró la semifinal ante Grigor Dimitrov que le colocaba en su duodécima final del Masters 1000 de Montecarlo (hoy, 14.30 horas), lo celebró sin demasiada euforia, saludó al público con rabia y algún gesto de disgusto e, inmediatamente, cruzó mensajes a viva voz o a través del teléfono móvil con su equipo de trabajo, encabezado por Carlos Moyá. “Vamos a pegar unos drives, rápido, lo más cerca posible”, era el deseo del balear tras haber ganado por 6-4 y 6-1 en hora y media de juego una semifinal que no le dejó satisfecho. Tenía que corregir detalles para la final de hoy, sin conocer en ese momento quién sería su rival, y había que hacerlo sin perder tiempo ni ritmo. “Necesito jugar mejor mañana, porque hoy no he sido tan agresivo como ayer y anteayer”, fueron sus conclusiones tras superar con claridad en el marcador otro partido que se suponía más equilibrado.

El número 1 del mundo sacó adelante un partido que había arrancado con 3-0 a su favor, pero que sus errores igualaron a 4 y pusieron ligeramente del lado de Dimitrov, que sin embargo no aprovechó sus momentos de dominio por su debilidad en el segundo saque (solo un 26% de los puntos ganados) y cuando entregó el primer set desconectó mentalmente y pareció quejarse de algunos dolores en su cuerpo. Suele pasar contra Nadal, que no solo te agota, sino que eleva el porcentaje de errores de quien tiene al otro lado de la red y te quita las ganas de competir. El de Manacor rompió en blanco los dos primeros servicios del búlgaro en el segundo set y se fue a un 5-0 que ya no tenía vuelta.

De esta forma, Rafa Nadal jugará hoy ante Kei Nishikori, que ha regresado de un periodo de lesiones y vuelve a estar competitivo, como demostró al remontar y vencer a Alexander Zverev por 3-6, 6-3 y 6-4 en un partido extrañamente frío que no levantó pasiones en la grada del Centro Rainiero III y que enseñó a dos jugadores muy justos en lo físico.

34 sets seguidos En cambio, el balear llega con unos números impactantes: solo ha cedido dieciséis juegos en cuatro partidos este año, solo Djokovic le ha ganado en una final en el Masters 1000 monegasco y con los de ayer suma 34 sets consecutivos ganados sobre tierra batida, ninguno de ellos más allá de un 6-4. Nadal y Nishikori se han enfrentado trece veces en su carrera y solo en dos ha ganado el nipón, la última de ellas en el partido por el bronce de los Juegos de Río.

“He ganado a un rival muy difícil, que juega muy duro. Es verdad que sus dobles faltas en el primer set me han ayudado bastante. En el segundo ya ha cometido más errores”, explicó Nadal sobre su semifinal ante Grigor Dimitrov, el número 5 del mundo que sigue sin dar la medida cuando puede derribar alguna barrera importante. - R. Calvo