2 I. G.Vico

Bilbao ? Ander Errandonea (Bera, 1997) se retira de la pelota a mano profesional.Los constantes problemas de manos son los culpables de tamaña decisión del puntillero, que debutó el 2 de enero de 2017 con Aspe. Es decir, el navarro no volverá a vestirse de blanco bajo en anagrama de la promotora de Eibar después de solamente un año en plantilla. Las bajas y las malas sensaciones derivadas de las manos se transformaron esta temporada en una cizalla de un talento que estaba destacando en el campo aficionado.

Asimismo, las lesiones convirtieron cada una de sus actuaciones en una prueba de fuego a la que acudía sin confianza, debido a la precaución con el taco en los partidos. “Así no podía continuar”, define el beratarra, al que apena no continuar con su sueño en el profesionalismo, pero que es consciente de las limitaciones físicas de sus herramientas de trabajo.

“Todos me decían que el primer año era duro, pero durante este curso las manos no me han respetado nada”, sostiene Errandonea, que ha vivido un calvario. Él mismo lo define: “Las ponía bien, salía a la cancha y me volvía a fastidiar”. El día de la marmota. Lo peor venía después. “Me recuperaba y volvía a lesionarme”, desgrana el beratarra.

“He hecho todo lo que he podido para cuidarme. He ido todos los días a hacer manos, a endurecerlas, pero volvía al frontón y tenía que salir con muchísimo taco”, sostiene el joven navarro, quien encontraba una gran limitación con tanta protección: la falta de sensibilidad en el contacto con el cuero. “Si eres delantero no puedes salir así. Tienes que controlar la pelota y, con todo eso, no podía. Intentaba quitar un poco y no era capaz de darle la vuelta. No merece la pena seguir así”, revela lacónico, honesto con su trabajo.

“Creo que la exigencia del material tiene que ver. En aficionados siempre he andado bien de manos y en poco tiempo me recuperaba. Aquí no podía. Estar en el dique seco, ir a hacer físico y saber que no vas a jugar ese fin de semana ni el siguiente ni el siguiente es muy duro. Se me hacía imposible. Me quedaba una temporada más de contrato, pero decidí ponerle fin. He valorado los pros y los contras y no merece la pena aguantar un año así. No veía la solución al problema”, cuenta el navarro. Se decantó después de meditarlo. “Pensaba que sería más duro optar por abandonar el profesionalismo. En el momento, recibes un palo, pero te quitas un peso de encima. En la vida hay otras cosas y está hecha para disfrutar”, considera Ander, quien agrega que “tenía que tomar esta decisión”. “Si ves que hay una solución, puedes aguantar. El tema de las manos es otra cosa. Salía al frontón y no me veía capaz de dar el nivel. Al final, se trata de una falta de respeto con el público. En los últimos partidos no me sentía con esa ilusión de salir a tope ni con esas ganas. Era consciente de que las manos me estaban limitando”, analiza Errandonea.

Recita el navarro que “ha sido un año duro”. “Siempre tienes la ilusión de debutar y crees que todo va a ir bien, pero no”, define Errandonea, quien considera que la cuestión no viene por “falta de madurez”. “Estaba dando un buen nivel en aficionados y creo que era el momento de debutar. Lo de las manos no lo puedes programar”, sostiene.Ahora, su idea es “desconectar”.Está saturado. “No me veo con muchas ganas de seguir jugando, pero seguiré con los amigos y con la goxua, porque la pelota es lo que siempre me ha gustado”, finaliza. l