Garlan Eharialdea22

Beti Onak25

EHARIALDEA Ana, Yurema (3), Raquel (4), Miriam (2), Nagore (5), Itziar, Idoia, Paula, Nefer, Aitziber, Titza (1), Betel (3), Leticia (4), Lierni, Oihane y Hoda.

BETI ONAK Sara, Irati (7), Amaia (6), Oihane, Ana (2), Itxaso (1), Adriana (6), Nerea P. (1), Nerea G., Oskia, Sara y Leire (2). Pabellón Sansomendi.

vitoria - Según lo previsto, el partido presentó a un Beti Onak muy bien asentado en el campo. Con una gran defensa 6-0 y rápidas transiciones al contraataque. Por el otro lado, el Garlan legumbres, también con un 6-0, no encontraba la amalgama necesaria para cerrar las vías de penetración a un ataque visitante rápido y combinativo hasta el punto de que las 12 primeras posesiones visitantes se transformaron en 12 lanzamientos claros. Y sólo la buena labor de Ana en portería impidió una brecha prematura y definitiva en el marcador. Mientras tanto, en el otro lado de la cancha, el ataque local se mostraba lastrado por la ansiedad, perdiendo balones por malos pases o por dudas y desaprovechando gran parte de los lanzamientos que se ejecutaban desde los seis metros. Así, para el minuto 13, el técnico local se vio obligado a pedir tiempo muerto con un 2-7 en el marcador. El efecto no fue inmediato y la distancia se amplió hasta los ocho goles (2-10). Pero ahí, el equipo de Sansomendi consiguió soltar lastre, cogieron las distancias en su defensa. Una enorme labor de apoyos cerró el paso de las navarras hacia la portería y olvidando las dudas en el ataque. Al descanso se llegó con un esperanzador 10-13.

el ehari seguía mandando... En la reanudación los dos equipos siguieron usando armas parecidas, fuertes defensas en bloque 6-0 con muchísimo desgaste y muchos apoyos, y unos ataques en los que apenas tuvo incidencia el lanzamiento exterior (sí lo intentaron las navarras pero, entre Ana y los blocajes de las defensoras, minimizaron su eficacia hasta los dos goles de nueve lanzamientos) los recursos de ambos equipos eran las muy trabajadas penetraciones hasta los seis metros y las finalizaciones por los extremos. El Ehari seguía imponiendo su juego y mandando en el campo. A los cinco minutos de la reanudación conseguía el empate a 14 y, en el minuto 11 se ponía por primera vez por delante con un 17-16.

alto ritmo de juego En un partido de tan alto ritmo, muchísimo contacto y pocos cambios por lo apretado del marcados, fue la fortaleza física del conjunto navarro la que acabó decantando el partido. Pues tras llegar dominando 21-18 a 11 minutos del final, al Garlan Legumbres se le agotaron las baterías y con un parcial de 1-7 en ese tiempo, el Beti Onak se llevó los dos puntos. Una derrota más en el casillero de las alavesas, que siguen ocupando la décima plaza con tan solo dos puntos, pero que deja la impresión de haber recuperado el alma de este equipo que, de seguir jugando a este nivel, seguro va a proporcionarnos muchas alegrías en poco tiempo y que no debiera pasar grandes apuros para mantener la categoría.