LONDRES. Antes, un gol de brasileño Oscar en la primera parte y un tanto de penalti del belga Edin Hazard en la segunda habían servido al Chelsea para creer que iba a ganar a domicilio a los "reds", que habían empatado al poco de iniciarse el segundo tiempo gracias al inglés Daniel Strurridge.

El empate deja a los "blues" cuartos en la tabla, con 62 puntos, uno menos que el Arsenal, tercero con un partido más, mientras que el Liverpool es séptimo, con 51 puntos.

Seis días después del vigésimo cuarto aniversario de la tragedia de Hillsborugh, el entrebador Rafa Benítez volvía a Anfield, la que fue su casa desde 2004 a 2010, donde encontró una calurosa bienvenida por parte de los aficionados "red", hoy sus rivales.

A estas alturas de temporada, la mayoría de equipos juegan sus últimas cartas para cumplir sus objetivos de final de curso, y ni el Liverpool ni el Chelsea eran una excepción.

Los "blues" debían ganar para no poner en riesgo la plaza de Liga de Campeones a la que optan, mientras que el Liverpool gastaba en casa sus últimos cartuchos para acercarse a los puestos europeos.

Así las cosas, el duelo comenzó igualado en una tarde soleada en Liverpool, en el que los gestos deportivos entre ambos rivales durante los últimos días para honrar al as víctimas de Hillsborough no menguaron la competitividad sobre el césped.

Tras unos primeros veinte minutos duros y competidos, fue el brasileño Oscar quien supo sacar petróleo de una jugada ensayada y puso por delante a los suyos.

El centrocampista se adelantó a la defensa en zona del Liverpool a la salida de un córner para quedarse libre de marca y peinar así un balón hacia atrás que sorprendió al guardameta español Pepe Reina.

El gol descentró a los locales, que esperaron al descanso para recomponerse: tras las duchas, los "reds" saltaron al césped con energías renovadas y pusieron contra las cuerdas a un Chelsea que se salvó en varias ocasiones gracias a los palos y al guardameta checo Petr Cech.

La arremetida de los locales duró siete minutos, hasta que la resistencia "blue" se resquebrajó en el minuto 52, cuando el inglés Daniel Sturridge culminó una bella jugada colectiva para hacer subir al marcador un gol que se antojaba el inicio de una remontada.

Lo que no se esperaban los aficionados es que, apenas cuatro minutos después, un error del uruguayo Luis Suárez comprometería el avance de los "reds".

En el área pequeña, Suárez estiró la mano en el aire para evitar que Fernando Torres conectara el cuero con la cabeza, y el árbitro no dudó el señalar penalti.

El belga Eden Hazard plantó el balón a once metros de la línea y con un hábil remate engañó a Reina, que volaba hacia su izquierda mientras el balón entraba rozando el palo derecho de su portería.

Cuando todas las cartas parecían echadas, seis minutos más allá del 90, apareció Suárez en el interior del área para rematar de cabeza un centro de Sturridge que dejó el encuentro en tablas.