Queda poco para terminar con las obras que se están llevando a cabo en la cubierta central de la Catedral Santa María, una actuación de envergadura que culminará la recuperación de todo el espacio superior del edificio.
Además, esta acción abrirá la puerta a la incorporación de una plataforma panorámica en la bajocubierta, en la zona más cercana a la torre, que se incorporará a las visitas.
Pero la agenda de actuaciones no para. Lo saben bien en la Fundación Catedral Santa María. Por ejemplo, espera un amplio plan para poner al día al templo con respecto a la legislación que afecta a distintos campos como las instalaciones eléctricas.
“Tenemos el gran problema de adaptar un edificio con 800 años de antigüedad y graves problemas a normativa actual pensada para edificios de hoy. Eso nos obliga a buscar soluciones prestacionales equivalentes y es un trabajo complejo que requiere de mucho tiempo”, apunta Jon Lasa.
De cara a este 2024, eso sí, tanto el director gerente como Leandro Cámara, director técnico de la fundación, señalan al pórtico como el centro principal de su atención.
“Queremos hacer una apuesta muy fuerte” que sirva para acondicionar el espacio tanto de cara a las visitas guiadas como con la mirada puesta en la extensión de la agenda cultural y de actividades, que en estos momentos se circunscribe a primavera y verano debido a las condiciones climatológicas.
Así, se quiere actuar sobre el cierre de los vanos para controlar mejor las cuestiones climáticas y térmicas. “Proteges el pórtico es necesario”, aún sabiendo que es necesario encontrar el equilibrio puesto que un cierre excesivo provocaría problemas, por ejemplo, de condensaciones.
Además, se va a instalar un nuevo sistema de iluminación para que se puedan ver mejor las portadas. Y, por si fuera poco, se quiere hacer una renovación de las policromías para ponerlas en valor.
Más actividades
Desde el principio de las obras de rehabilitación y recuperación del templo gótico, la premisa básica siempre ha sido poner en funcionamiento cada espacio según se va recuperando. “Tenemos que llenar de actividad el edificio, si no, todo el esfuerzo que se hace no tiene sentido”.
Siempre, eso sí, no se encuentra la tecla a la primera. Pasa con el espacio sobre el pórtico que está habilitado desde hace un tiempo y que se quería destinar a la realización de actos de aforo limitado como charlas o presentaciones.
Sin embargo, es un lugar de paso diario de las visitas guiadas, es decir, otros usos tienen que darse fuera de los horarios de los recorridos. Así que “estamos dándole vueltas”.
También se trabaja fuera de Santa María, por supuesto. El nuevo edificio de educación, situado en Cuchillería 103, está siendo “todo un éxito”. Además, sobre la mesa está la ampliación del albergue para poder dar respuesta a la alta demanda existente y la ubicación, en el número 99 de la misma calle, del archivo del templo y su fundación. Queda mucho por hacer.
