Toca despedir la temporada de abono 2022-2023. A Euskadiko Orkestra solo le quedan dos conciertos para ello, siendo el penúltimo hoy en la capital alavesa. Tampoco es que las vacaciones le vayan a durar mucho a los componentes de una agrupación que ya tiene presentada su campaña para 2023-2024. Será un curso especial en el caso de Gasteiz porque ya se han dado pasos para reubicar a la formación en cuanto se cierre el Principal.
A la espera de que se sigan los trámites en torno a la reforma del centenario edificio –que ya acumulan un cierto retraso sobre lo previsto en un principio–, la intención del Ayuntamiento de Vitoria es cerrar las puertas del teatro en diciembre. De todas formas, se está trabajando para que el aula magna del Conservatorio Jesús Guridi acoja los recitales que se vayan sucediendo tras bajar el telón en San Prudencio.
Con todo, eso ya llegará. Lo más inmediato es despedirse por un tiempo del público alavés. Eso va a suceder hoy a partir de las 19.30 horas en un Principal que muy pocas, pero todavía tiene algunas entradas disponibles. Bajo la batuta de Robert Treviño, se presenta en el Principal un programa bautizado como Superación.
Alicientes
El Concierto para piano nº 2 de Chopin en las manos de la pianista Yulianna Avdeeva y la Sinfonía nº 15 de Shostakovich van a ser las dos composiciones protagonistas de este broche a una temporada que comenzó en Vitoria el pasado 23 de septiembre. Lo hizo con un programa titulado Tragedia.
Como explica la agrupación, Treviño “ha vuelto a invocar la presencia de una de las pianistas más destacadas de la actualidad”. Tras su debut con Euskadiko Orkestra la pasada temporada, Avdeeva, una de las grandes intérpretes del repertorio pianístico ruso, regresa a Euskadi para mostrar otra de sus grandes especialidades: la música de Chopin. La pianista fue ganadora del prestigioso Concurso Internacional de Piano de este autor en 2010. “Chopin compuso el Concierto para piano nº 2 para tocarlo él mismo en sus giras y bebe profusamente del bel canto italiano. Es una creación enérgica y juvenil que explota las mejores cualidades de pianistas de raza como Yulianna Avdeeva”.
La formación termina su temporada de conciertos como la comenzó, con música de Shostakovich. “Si la Octava Sinfonía era trágica y terrible, la Sinfonía nº 15 está impregnada de un halo de libertad y optimismo. Fue su última sinfonía, escrita ya en ausencia de Stalin, y Shostakovich plantea en ella una suerte de testamento, una retrospectiva de su vida e influencias”.