Apoyar a las creadoras emergentes, también en el encuentro con el público, pero, además, generar un tiempo y un lugar para que entre las artistas participantes puedan establecerse nuevas redes y relaciones. Con ese doble objetivo, hasta el próximo 8 de abril se expone Emakume Ugari, muestra protagonizada por Lorea Escala, Iratxe Mencía, Ariana Ruiz de Azua, Nefer Olaizola, Sofía Velasco y Maider Lasa.

Todas ellas, a través de sus obras, están reunidas en las nuevas instalaciones de Labe Gazte Laborategia, espacio abierto en la calle San Vicente de Paul que pretende ser un lugar cultural de referencia para la juventud gasteiztarra. Se trata de un proyecto impulsado por el área de Juventud del Ayuntamiento de Vitoria, gestionado en estos momentos junto a Zas Kultur, cuya sede se sitúa en la cercana plaza de San Antón.

“La exposición busca especialmente incidir en la generación de un lugar –y también un tiempo– desde el que puedan brotar fructíferas complicidades entre las creadoras que se dan cita en ella. Emakume Ugari surge de una convocatoria previa lanzada al colectivo de jóvenes artistas de Gasteiz con el propósito de impulsar la creación emergente de nuestra comunidad y posibilitar que nuestras cercanas creadoras entren en contacto con el tejido artístico local y también, obviamente, con la ciudadanía gasteiztarra”.

Propuestas

En el caso de Lorena Escala Vignolo, la creadora presenta en la muestra dos obras, una sin título y Karmilla. La primera busca generar una atmósfera de pesadilla para que la obra sea vista como si se tratara de una “cuasi-película” de terror en tono experimental. La segunda también responde al interés de la artista por el género de terror.

En lo que respecta a Iratxe Mencía (Trüskï), presenta Perdida en el humo, un monotipo realizado en óleo sobre papel que lanza preguntas sobre la existencia. A ello se unen dos autorretratos en linóleo. Ariana Ruiz de Azua, por su parte, trae a la muestra, por un lado, Utzi zaitez izaten, en la que busca diluir la hegemonía y lo establecido como realidad; y, por otro, Hilo. Sudor. Latex, realizada con óleo, café y tinta sobre cartón.

Junto a ellas está también Nefer Olaizola, quien comparte otras dos propuestas. Se trata de Ez dadila haría eten, en la que se traducen y reinterpretarán al euskera fragmentos de trabajos feministas de diferentes escritoras y cineastas; y de Tronpetak, emakumea eta gragoia, que toma como referencia el pasaje del Apocalipsis bíblico para hablar del fin del mundo con el fin de la mujer.

Asimismo, Sofia Velasco aporta Leire, una fotografía impresa en lona, sin perder de vista una segunda pieza, Sin nombre, realizada con técnica mixta. Además, Maider Lasa completa la propuesta con la pieza audiovisual Loa, loa, Laguna, un proyecto en el que se recuperan siete nanas tradicionales vascas con la intención de transformarlas y generar nuevas versiones en torno a varias reflexiones acerca de la sensualidad y la sexualidad. Así lo podrán comprobar quienes acudan a lo largo de las próximas semanas a compartir una exposición coordinada por Leire Ortiz de Lejarazu.