- La alegría no fue completa, pero sin duda, la trigésimo quinta edición de los Goya va a tener un hueco especial en la particular historia del audiovisual alavés. Ane, la primera película de David Pérez Sañudo, consiguió tres premios, igualando así el listón que Juanma Bajo Ulloa consiguió hace casi 30 años con Alas de Mariposa. El realizador vitoriano, eso sí, no pudo ver como Baby se alzaba con alguno de los dos reconocimientos a los que optaba (mejor música original y dirección). Tampoco hubo posibilidad de celebrar la distinción a Solo son peces, que no pudo hacerse con la categoría de mejor corto documental. La alegría se la quedó la cinta de la productora alavesa Amania Films, que reunió a parte de su equipo en una casa rural, donde a buen seguro la noche ha sido larga.

Aunque estaba en todas las quinielas habidas y por haber, el Goya a Patricia López Arnaiz es una gran noticia por varias razones. Es la primera alavesa en conseguirlo, y, además, la primera intérprete que gana por un papel en euskera. Su personaje de Lide se lo ha llevado todo en todos los premios concedidos hasta ahora, y aunque suele ponerse muy nerviosa en estos casos, esta vez mostró una templanza importante. "Este personaje me está dando tanto", dijo para dar las gracias a Sañudo y Marina Parés, en un discurso en el que no quiso olvidarse de sus inicios en Ortzai junto a Iker Ortiz de Zárate, por ejemplo.

Fue su hija en la pantalla, Jone Laspiur, la que, eso sí, abrió la noche de alegrías para la cinta rodada en Vitoria al hacerse con el Goya a actriz revelación. "No me lo puedo creer", fue lo primero que dijo. Al igual que López Arnaiz, tuvo palabras especiales para Sañudo y Parés, quienes también pudieron celebrar el reconocimiento al mejor guión adaptado. "Es un premio para soñar y seguir", apuntó el realizador, quien, como el resto del equipo, mostró en todo momento una emoción en estado máximo.

Así sucedió en una gala distinta y extraña a consecuencia de la pandemia, una cita con algunos defectos -como las intervenciones grabadas de estrellas extranjeras- pero que salió mucho mejor de lo que se esperaba. Y tuvo la virtud de no extenderse demasiado. Eso sí, la entrega de premios dejo claro que no había una cinta favorita. Los galardones estuvieron muy repartidos, más allá del protagonismo de una gran Ángela Molina y su Goya de Honor.

El primer premio de la noche fue para Nerea Torrijos, ganadora al mejor diseño de vestuario por su trabajo en Akelarre. Emocionada, sacó también genio al pedir a su pareja, el director vitoriano Paul Urkijo, que apareciese con ella en pantalla. La película también se hizo con los premios a mejor maquillaje y peluquería (Beatushka Wojtowicz, Ricardo Molina), efectos especiales (Mariano García Marty, Ana Rubio), música original (Aránzazu Calleja, Maite Arroitajauregi) y dirección artística (Mikel Serrano).

A partir de ahí, Adú se hizo con los reconocimientos a mejor actor revelación para Adam Nourou, sonido (Eduardo Esquide, Jamaica Ruíz García, Juan Ferro, Nicolas de Poulpiquet), dirección de producción (Ana Parra, Luis Fernández Lago) y director (Salvador Calvo), pero se quedó sin el de mejor película. La que se hizo fuerte en ese campo fue Las niñas, que además de ser elegida como la mejor cinta del año, se llevó los galardones a dirección novel para Pilar Palomero, que también se hizo con el del guión original. Además, el título consiguió el premio a dirección de fotografía (Daniela Cajías).

El año del descubrimiento se hizo con los Goya al mejor documental y mejor montaje (Sergio Jiménez), mientras que La boda de Rosa pudo celebrar el Goya a mejor actriz de reparto para Nathalie Poza y el de canción original (Rozalén). También ganó solo un reconocimiento No matarás. Eso sí, fue el de mejor actor protagonista para un Mario Casas que ya se puede quitar la espinita que tenía clavada desde hace tiempo.

Cantado estaba el premio a La gallina Turuleca como mejor largo de animación puesto que era la única candidata. En lo que se refiere a Sentimental se llevó el de mejor actor de reparto para Alberto San Juan, que fue de los pocos que se salió del guión de agradecimientos al mandar un mensaje de manera directa al PSOE sobre el derecho a la vivienda. En los reconocimientos internacionales, la distinción a mejor filme iberoamericano fue para El olvido que seremos, mientras que el mejor título europeo fue El padre. Los cortometrajes ganadores fueron A la cara (ficción), Biografía del cadáver de una mujer (documental) y Blue & Malone: Casos imposibles (animación).

Los galardones, por contra, se olvidan de las nominaciones tanto de 'Baby' como del corto 'Solo son peces'

'Las niñas' se hace con el premio a mejor película en una ceremonia que también es provechosa para 'Adú' y 'Akelarre'