Campanadas de purpurina

El más espectacular y apreciado producto televisivo de las Navidades que ya se acercan, es sin lugar a dudas, el de la retransmisión de las campanadas de fin de año y cambio de calendario desde la Puerta del Sol en la capital madrileña, en un ejercicio de consumo colectivo de esas imágenes, que suman y atraen a millones de espectadores.

Las míticas retransmisiones en la época franquista con TVE como único canal de consumo televisivo forman parte de la historia colectiva de esta sociedad a la hora de estudiar los comportamientos colectivos de ayer y hoy, pues con la llegada de las teles privadas, se diversificó el modo y manera de hacer la correspondiente retransmisión, haciendo de la selección de parejas presentadoras una especie de competición por ver quien se llevaba el gato al agua de las audiencias, como es natural y lógico en todo aquello en que estén presentes cámaras y micrófonos.

Las ancestrales parejas conductoras de Ane Igartiburu y Ramón García, han dado paso a otros nombres estelares de personajes de la tele, cada cadena con su estilo, atrezo, escenografía y modo de retransmisión. La incombustible Igartiburu con Roberto Leal, Cristina Pedroche y Alberto Chicote, Iñaki López y Cristina Pardo, o Jesús Vázquez y Paz Padilla son los famosos que encaran esta delicada tarea que nos es fácil de superar. Parejas principales en el éxito de esa noche mágica en la sociedad y en las teles también. Mención aparte merece la esperada presencia de Pedroche, que ha hecho de esa cita, un encuentro atrevido por vestuario, trasparencias y porte espectacular. Un atractivo más para una noche que no necesita aderezos para congregar a la grey televisiva en un encuentro de felicidad colectiva y solidaria, donde las campanadas marcan un ayer finiquitado y un hoy prometedor. Y las teles a competir, pelear por el entorchado campeón, que hasta en la última noche del año hay que triunfar. Son así.