Vitoria - El Aitzina Folk está ya en plena recta final, aunque son todavía muchas las cosas que tienen que ocurrir en el marco de un festival solidario que, un año más, está siendo un éxito de público, que no sólo está disfrutando de conciertos, talleres y otras actividades, sino que además está contribuyendo a recaudar lo máximo posible para apoyar la investigación de la ataxia telangiectasia, una enfermedad rara que en el País Vasco afecta a dos niños. La próxima semana, tanto el Principal como Mendizorroza serán los escenarios de la traca final del cartel de este año. Pero no es bueno adelantarse porque tanto hoy como mañana, el cartel va a contar con dos reclamos interesantes y diferentes.
Una cita clásica y toda una novedad. Eso es lo que va a suceder en estas 48 horas. En el primer caso, esta tarde a partir de las 17.00 horas y con Falerina Taberna como punto de encuentro, tendrá lugar uno de los eventos clásicos dentro del Aitzina, la sesión de música folk a la que están invitados todos los músicos que quieran tomar parte (las partituras que se van a usar como referencia están disponibles en la web del festival), así como los espectadores.
En lo que respecta a mañana, el certamen se trasladará a la Catedral Santa María, pero no, como en ediciones anteriores, para proponer una actuación, sino para llevar a la música, de manera directa, a las visitas del programa Abierto Por Obras. Con entrada libre por la calle Cuchillería 95, quien lo desee podrá visitar la cripta, los cimientos y la nave central mientras escucha música en directo. Comenzará a las 19.00 horas. Se podrá disfrutar con Krisketa, Aritz Casavieja, Ane Arteche y Patxi Villén (dúo de arpa y uilleann pipe), Gorka Bravo Barreiro (zanfona) y la formación de música antigua Poppea y Nerone Ensamble. - C.G.