gasteiz - Mimo, bailarín, escenógrafo, coreógrafo y pintor, Lindsay Kemp se atrevió con todo durante los 80 años que duró su intensa vida. El artista falleció la noche del pasado día 24 en la ciudad Italiana de Livorno, dejando en el recuerdo de muchos escenarios muy grandes momentos.

El Teatro Principal de Gasteiz fue escenario privilegiado del arte de Kemp, la última vez en 2016 con Kemp Dances, actuación que sirvió aquel año como broche final al Festival Internacional de Teatro. Antes, en 2005, había representado Elizabeth I, el último baile. Una relación entre Gasteiz y Kemp que se había iniciado en 1981. Fue entonces cuando el Festival Internacional de Teatro de Vitoria y Lindsay Kemp se encontraron por primera vez, cuando había maravillado ya a medio mundo con Flowers. La relación del actor, productor y director se hizo más estrecha si cabe años después con el estreno mundial en la capital alavesa de su particular versión de Cenicienta.

El mítico artista había nacido en South Shields, Escocia el 3 de mayo de 1938. De joven se vio obligado a hacer de bufón para sobrevivir en contextos tan divergentes como el norte urbano de Inglaterra y el Colegio Náutico al que le enviaron sus padres para que siguiera la carrera de marinero de su padre. Pero aquello no era suyo. Tras ser expulsado de la escuela Naval por haber representado Salomé con un traje de siete velos que se había hecho con papel higiénico, se adentró en el mundo que él realmente amaba: la danza y el teatro. Empezó a estudiar pintura y diseño en l Escuela de Arte de Bradford, danza con el ballet Rambert y con Sigurd Leeder, y cursó estudios de mimo con Marcel Marceau. Dio sus primeros pasos en el mundo del espectáculo en teatros marginales de Londres y pronto fundó su propia compañía, la Lindsay Kemp Company, en 1965, con la que realizó la primera gira internacional en 1973.

trabajador incansable Como para todo genio, los inicios no fueron fáciles. Los primeros espectáculos fueron considerados por el público y la crítica demasiado vanguardistas para la época y no tuvieron mucha adaptación. Sin embargo, no tardaron en llegar los éxitos que todo genio merece. La primera gran ovación pública llegó con Flowers, un espectáculo inspirado en la obra de Jean Genet Our Lady of the Flowers, que trajo al Estado en su primer viaje en 1977. Le siguieron Salomé, Mr. Punch’s Pantomime y A Midsummer Night’s Dream. Ese mismo año, estrenó en Roma el espectáculo Duende, dedicado a García Lorca y en noviembre e 1983 regresó a los escenarios británicos para presentar en Londres Nijinsky.

Dos años después, presentó en Italia Alice, una versión de las obras de Lewis Carroll Alicia en el País de las Maravillas y Alicia a través del espejo. En el Estado, esta obra estuvo protagonizada por Nuria Moreno y fue llevada por los escenarios de Sevilla, Barcelona y Madrid entre los años 1988 y 1989. Como actor, Kemp participó en películas como Valentino, The Wickerman, Sebastine, Jubilee, The Loves of Lady Purple, mientras que como coreógrafo creó el ballet The Parades Gone By para Ballet Rambert, que fue un éxito.

relación con Bowie En sus 80 años, marcó un hito en la historia por el cual será siempre recordado: la dirección del espectáculo Ziggy Stardust para el cantante David Bowie. Kemp fue quien enseñó a exteriorizar toda su expresión corporal al creador de Starman. Bowie sentía a Kemp como un referente y como una fuente de inspiración. En 2005 Kemp declaraba a Deia que había “desparecido la magia del teatro”, aunque confiaba en que era “algo momentáneo”. “En un futuro la imaginación volverá a los escenarios. Hay que enseñar al público a soñar”, explicó Kemp a este periódico. Trece años después de aquellas palabras, se ha bajado el telón de la vida de Lindsay Kemp dejando mucha magia en todos los escenarios que pisó.