Gaitas asturianas, sello alavés
Tras impulsar hace dos años la creación en su Gasteiz natal de la Escuela de Folk para mirar a los sonidos del Arco Atlántico, Gorka Bravo edita el libro ‘La gaita asturiana y su didáctica’ y, con Amiestu Sones, el disco ‘Xente del Aire-Nomadak’.
No tiene relación familiar con Asturias, sí con Galicia. Toca también flauta, guitarra y percusiones. Y cuando era joven -lo reconoce sin tapujos- suspendía las clases de música en EGB. Aún así, hoy la vida profesional de este gasteiztarra titulado en Magisterio está dedicada al folklore asturiano y, más en concreto, a la gaita propia de esta zona. “Asturias fue una de esas casualidades bonitas que aparecen a veces sin pensarlo”, recuerda Gorka Bravo Barreiro. En ese puente establecido entre las tierras alavesas y las del Principado, el músico puso en marcha hace un par de años en su Vitoria natal la Escuela de Folk, un proyecto que ahora ocupa gran parte de su tiempo. Aún así es capaz de robarle horas al día para, por ejemplo, dar luz a las dos novedades que en forma de libro, por un lado, y disco, por otro, ha presentado en las últimas semanas.
Lo más reciente es el álbum Xente del Aire-Nomadak, la segunda referencia del grupo Amiestu Sones, banda de gaitas nacida en el seno del Centro Asturiano Covadonga de la capital alavesa. “Desde el anterior CD en la formación hemos hecho cambios, hemos introducido batería, guitarra... y teníamos la necesidad de hacer algo nuevo”, una propuesta en la que presentar temas asturianos a través de instrumentos vascos y viceversa.
Ese planteamiento de mezcla no ha sido nada sencillo de concretar en la docena de temas que componen el disco tanto por los arreglos que han sido necesarios como a la hora de escoger los instrumentos más adecuados para cada composición. “Por ejemplo, tenía muchas ganas de relacionar la gaita y la alboka, pero no están en la misma tesitura. Así que estuvimos buscando, hablando con un artesano de Cantabria, posibilidades de diferentes gaitas para ver cuál podía ser la que podía empastar mejor con la alboka. Al final la conseguimos y nos la prestó para poder grabar” recuerda el músico gasteiztarra.
Grabado en la propia Escuela de Folk, el álbum ha sido mezclado y masterizado en los asturianos estudios TuTu, “un referente”. Cuenta, además, con las colaboraciones, entre otros, del director de la Academia Municipal de Folklore Roberto Álvarez (txistu), de Karlos Subijana (alboka) y de Patxi Villén, director del festival Aitzina Folk, con la gaita irlandesa. “No espero nada en concreto, sólo que la gente lo escuche, que tenga acogida”.
De momento, tras el concierto de presentación realizado hace unos días en la capital alavesa, el grupo esperará al próximo curso para ofrecer más actuaciones, citas en las que difundir este álbum en el que Asturias y Euskadi no sólo se encuentran, sino que se fusionan. “Este trabajo no busca ser tradicional, sino ser mezcla. Es muy interesante la preservación de lo tradicional, pero ya hay otros que se encargan, y muy bien, de eso. A mí, ahora, me apetece esto”, comenta.
De todas formas, este CD -que se puede adquirir en la Escuela de Folk o a través del Centro Asturiano Covadonga, los dos espacios que han colaborado para su edición-, no es lo único nuevo que Bravo Barreiro tiene entre las manos. A finales de junio estuvo, de hecho, en Asturias presentando el libro La gaita asturiana y su didáctica. En la publicación se recoge el método pedagógico que el gasteiztarra lleva moldeando desde hace años tomando su experiencia como músico y su formación en Magisterio. “Hay muchas publicaciones que te hablan de cómo tocar pero no sobre cómo enseñar. Así que creí necesario tener una publicación que ayudase a los profesores a organizar las clases. Hay mucha gente que, de repente, se puede ver delante de un alumno sin tener una estrategia didáctica clara”.
Consciente de que no va a ser “un superventas” puesto que está destinado de manera especial a profesores de gaita asturiana, la Escuela de Folk abre con este libro una línea editorial “para hacer realidad una serie de publicaciones que de otra manera serían imposibles. Hay muchos trabajos que están metidos en cajones porque las editoriales tradicionales no quieren dar cobertura a esos trabajos”, lo que se traduce en un conocimiento que puede llegar a perderse. En su caso, La gaita asturiana y su didáctica se presenta como una guía útil en la que dependiendo de las necesidades de cada alumno se pueden encontrar soluciones distintas.
La publicación es, al fin y al cabo, resultado del método didáctico que el músico -que empezó a tocar con 16 años- ha generado a lo largo de los últimos años, una forma de hacer que desde 2014 también lleva a cabo en la Escuela de Folk. Este centro se creó con la intención de adentrarse en la música folk del llamado Arco Atlántico. “Cuando empezamos, lo hicimos porque había demanda y esa pequeña red de seguridad nos vino bien para dar los primeros pasos”, recuerda.
Clases individualizadas y en grupo conforman una oferta educativa en la que las demandas de los estudiantes marcan el camino. “Casi desde el principio tengo más gente mayor que joven. Hay muchas personas que cuando se jubilan, quieren empezar o retomar caminos que con el trabajo y la falta de tiempo libre estaban cerrados”. Aún así, el centro está abierto a personas de todas las edades que quieran aprender. “Todas las músicas aportan lo mismo. El que vibra en un concierto en un festival como el BBK Live va a pisar un Ortigueira y va a flipar igual. La sensación de exaltación de la música va a ser igual con el folk o con otro estilo”, defiende el intérprete vitoriano.