Ávila - La dehesa de Garoza en Muñogalindo (Ávila) abre el recorrido a lo largo de las 115 piedras pintadas por Agustín Ibarrola en este espacio. Tras un proceso de tres años de puesta a punto en el que se ha llevado a cabo el repintado de las piedras, la adecuación del campo a la visita pública y la construcción de un punto de información, Ibarrola en Garoza abre sus puertas.

Entre 2005 y 2009, Agustín Ibarrola pintó 115 piedras en la dehesa de Garoza y la visita diseñada contempla el recorrido por las pinturas-esculturas que el artista realizó sobre piedras graníticas, a través de unos senderos habilitados en las “casi once hectáreas” que comprende el recinto y que buscan la “mínima intervención” sobre la dehesa.

En el recorrido, destacan como obras “más significativas o que mejor representan la singularidad” del trabajo de Ibarrola en Garoza el conjunto “compuesto por el sol y la luna, la muralla, los pájaros, la piedra de los poetas o los ojos”. El proyecto se completa con una “exposición semipermanente” en el casco histórico de Muñogalindo, en la sala de arte Colección Amblés, que contará con obras seleccionadas por el propio Ibarrola como dos esculturas, un grabado y nueve óleos.

Las piezas que inauguran el proyecto estarán expuestas durante un año, momento en el que serán reemplazas por una nueva selección de obras del artista vasco.

Culminación de ‘bosques’ Esta intervención ha supuesto la culminación de su serie Bosques que arrancó en el Bosque de Oma (Kortezubi, Bizkaia), realizado entre 1983 y 1987, y continúa con obras como Las Piedras de Arteaga (Bizkaia), El Bosque de O Rexo (Allariz, Orense), El Bosque de Olmos Secos (Salamanca) o Los Cubos de la Memoria (LLanes, Asturias).

La “luz cambiante” del entorno, las “cualidades inusuales” del granito de la zona y el conocimiento de la historia de este paisaje castellano “salpicado de castros vettones”, fueron algunas de las razones que le llevaron al artista a desarrollar esta obra. La intervención del artista en Garoza es el resultado de un “íntimo y profundo” diálogo entre Agustín Ibarrola y la dehesa.

El propio Ibarrola explicó que las piedras tienen formas que “sugieren siempre un tratamiento geométrico” por sus huecos, por sus volúmenes, por sus planos, pues son piedras “rotas, abiertas”, que “no se pueden ver de un solo vistazo”.

Contemporáneo y rural Ibarrola en Garoza es un proyecto que nace con la vocación “dinamizar el medio rural” en el que se integra, a la vez que pone de manifiesto que es posible “aunar lo contemporáneo y lo rural” en un proyecto cultural. Según explicó el presidente de Fundación Asocio, Carlos Jiménez con este proyecto se crea en Muñogalindo “un recurso cultural y turístico de primer nivel”, que contribuirá a “dinamizar la vida social y cultural” de la comarca y a generar “nuevas oportunidades económicas”.