Vitoria - Músico incansable siempre abierto a la colaboración con otras expresiones artísticas, director de la Big Band Berri, componente del Ensemble Espacio Sinkro y de Sirius, profesor de electroacústica en el Centro Superior de Música del País Vasco Musikene... el gasteiztarra Guillermo Lauzurika presenta en esta ocasión su faz, prolífica e intensa, de compositor. Lo hace con la edición de un primer disco dedicado de manera monográfica a sus creaciones, donde sólo él es el protagonista, un álbum en el que encontrarse con propuestas tanto recientes como de mediados de los años 90 del siglo pasado, dos épocas con sus puntos en común pero también sus diferencias.
Hace ya un tiempo que el Espacio Sinkro, esa puerta abierta por el maestro Carmelo Bernaola a la electroacústica y la música contemporánea en el seno del Conservatorio Jesús Guridi, viene multiplicando su acción en diversos frentes, también en la edición de discos. El que ahora ve la luz es el séptimo, el primero dedicado de manera íntegra a un compositor, aunque se espera que no sea el último.
Grabado a lo largo de todo este año convirtiendo el aula magna del conservatorio en estudio, Félix Divar, Sergio Gutiérrez, Jabi Alonso, Alfonso Gómez, Olaia Montoya, Juan Luis Novo, Eugenio Tobalina y Eric Lenormand han sido los músicos responsables de, bajo la dirección artística de Alfonso García de la Torre (responsable del Espacio Sinkro), dar vida a las seis composiciones seleccionadas. “La labor de creación es pasar mucho tiempo escribiendo solo y hay un paso que a mí me cuesta mucho dar que es llevar lo que tú tienes en mente al intérprete para que él haga su labor. Es algo duro, por lo menos para mí, difícil, tal vez por eso considero que es más divertido tocar que componer, que no deja de ser una pelea con el resto después de estar tantas horas a solas”, explica Lauzurika.
Con todo, su satisfacción con el resultado se puede apreciar a simple vista. En él reconoce a ese compositor de los 90, que “tenía 20 y pico”, y que realizaba obras “que han tenido un recorrido importante, que han sido muy interpretadas y eso algo quiere decir”. Son piezas donde “hay mucha frescura, intuición, temas muy expresivos, llenos de contrastes, efectos, colores... pero también más sencillos, con menos notas y complicaciones”.
Frente a ellos, están los tres cortes que corresponden a lo generado en los últimos años, propuestas donde hay más reflexión, “con conceptos más pensados, más clásicos”, donde la huella del pensamiento de Oteiza es una fuente de inspiración. “Son obras más complicadas, que requieren también de un oyente más atento”, relata.
Así se construye un disco con el que Sinkro completa un año “muy intenso”, según García de la Torre, tanto por las actuaciones dentro y fuera del Estado del Ensemble Sinkro como por la celebración de citas como el Bernaola Festival, entre otras acciones. De hecho, los planes de 2015 son no detenerse a pesar de las circunstancias y “volver a girar por Suiza y Alemania”.