LOS ÁNGELES. "Para nosotros es muy importante incluir a la perrita en la celebración de Halloween de nuestra familia, para hacerla sentir parte de todos nosotros", dijo hoy a Efe Laura Sierra, una colombiana madre de dos niños.

Mientras se preparaba para salir a pedir dulces y participar en la celebración junto a sus dos hijos y el perro, todos disfrazados, esta joven hispana aseguró que "a ella (la perrita) le encanta ponerse el disfraz".

La costumbre de disfrazar a los perros durante estas fechas toma cada vez más fuerza en el país y ya no se observan desfiles de amos y mascotas disfrazados sólo en las grandes ciudades como Nueva York.

Ahora, ciudades más pequeñas, como Long Beach, al sur de Los Ángeles, cuentan también con su propio desfile en el que las familias celebran Halloween y todos desfilan con sus vestimentas especiales. Incluidas, claro, las mascotas.

En la marcha celebrada hoy en esta ciudad costera del sur de California, desfilaron cientos de perros acompañados de sus amos, o de la familia en pleno.

Durante el desfile se pudo observar desde una cárcel completa, con perro policía y "perro malo" incluidos, hasta el carro de los Picapiedra, con Vilma, Pedro, Dino y el resto de la popular familia.

Esta costumbre se expande y, con ella, el negocio de las ventas de disfraces. Según la Federación Nacional de Ventas al Detalle, con motivo del Halloween los estadounidenses gastarán este año unos 330 millones de dólares en disfraces para sus mascotas.

Aunque esta suma representa menos del 5% del total de ventas previsto para esta temporada, que se calcula en 6.900 millones de dólares (incluyendo dulces, disfraces y decoración), la asociación hizo hincapié en que las ventas relativas a mascotas crecen cada año.

Los precios de un disfraz pueden variar entre 15 y 60 dólares, dependiendo del nivel de sofisticación.

"Para los perros, los disfraces de súper héroes son muy populares y este año hemos visto una demanda especial por los disfraces de Batman y de Superman", explicó a Efe Jimmy Hernández, empleado de una tienda de mascotas de Los Ángeles.

En el caso de las perras, los más comunes son los de princesas, mientras que en el caso de los gatos los disfraces van desde un marinero, o el Gato con Botas, hasta La Cenicienta.

Pero la competencia en este mercado de rápido crecimiento no sólo se da entre los almacenes especializados, sino en sitios de internet creados exclusivamente para este fin, así como para otras celebraciones como cumpleaños, Navidad y Año Nuevo.

De esta manera, además de las tradicionales tiendas de mascotas como Petsmart o Petco, o de disfraces como Party City o Party Suplies, surgen nuevos sitios en la red, como Spirit o Costume Craze, que ofrecen disfraces especializados para los animales, lo que muchas veces representa una diversión de sus dueños, pero quizás incomodidad o vergüenza para los animales.

"Para la familia es muy divertido hacer a la mascota parte de la celebración del Halloween, pero es muy importante también tener en cuenta que no todas las mascotas van a reaccionar de la misma manera", comentó a Efe Niza Rodríguez, experta en Desarrollo de Familia.

Señaló que un disfraz no es algo natural y cómodo para un perro, especialmente si lleva elementos como sombreros, gafas o antenas, y por ello "es recomendable tener en cuenta su sentimientos y la manera como responde a eso".

Para la experta, un buen balance entre comodidad y diversión es lo más sano. "Es muy divertido llevar al perro a pedir dulces, pero hay que cuidar que no se convierta en un tormento para el animal", resaltó.

Aún así, reconoció que "la integración de las mascotas a esta celebración es una muestra de la importancia que tienen para la familia y lo positivo que puede ser para el desarrollo afectivo de los niños".