Vitoria/Madrid. Dos galardones para Álava. Así terminó el lunes por la noche la gala de la quinta edición de los Premios de la Música Independiente, una cita que cada año está tomando mayor peso y repercusión estatal. Betagarri consiguió que su Zorion argiak recibiera el galardón a la mejor producción en euskera. Y el vitoriano Mikel Izal vio como su grupo, Izal, se hizo con la distinción a la banda revelación del año.

Todo ello sucedió en una entrega de premios en la que Niños Mutantes y Xoel López salieron como grandes triunfadores de esta quinta edición. Tanto los primeros como el segundo dieron muestras de, en la revuelta industria musical, un Naufragio en el Atlántico también es ganancia de pescadores.

Así se llaman los discos con los que estos músicos costeros, llegados de distintos mares, consiguieron los premios al mejor álbum del año y mejor vídeo musical, para los granadinos, y los de mejor artista y mejor álbum de canción de autor, para el gallego, que anunció su vuelta al Estado en noviembre tras su exilio a tierras americanas.

"Cuántos años hemos tardado en conseguir esto", destacaron los veteranos miembros de Niños Mutantes, que con su "arriesgado" séptimo disco de estudio, dedicado a los que resisten los embates de la crisis, sobrevivieron incluso al empuje inicial del DJ catalán John Talabot, que partía con cinco nominaciones y se fue de vacío.

En la misma gala, La Bien Querida se hizo con el premio al mejor álbum de pop con Ceremonia, Havalina con el de rock por H, Porta con el de hip hop y músicas urbanas por Reset y La Casa Azul con el mejor directo. Además, Ayer, de La Habitación Roja, consiguió el galardón de mejor canción. En el resto de estilos, fueron distinguidos, entre otros, El nuevo despertar de la farándula cósmica de El Canijo de Jerez (músicas del mundo) y Momento perfecto de Dry Martina (jazz y músicas contemporáneas).