madrid. Las declaraciones que el torero Francisco Rivera Ordóñez ha hecho a la revista ¡Hola! han revolucionado a la Casa de Alba. Tanto a la duquesa como a su hija Eugenia Martínez de Irujo estas palabras no han sentado bien. Cayetana de Alba no está dispuesta a perdonar a su exyerno, según ha dicho ella misma. "Tarde o temprano, mi hija acabará viviendo conmigo", aseguraba este miércoles el torero retirado en la portada de la revista. Con estas declaraciones hacía referencia a la polémica demanda que el torero impuso a Eugenia para conseguir la custodia de la hija de ambos, Tana. Pero lo que más ha hecho daño a la duquesa de Alba son unas declaraciones sobre ella: "La duquesa de Alba me telefoneó y tuve que decirle que no le habían contado la historia real". Según Cayetana Fitz-James Stuart, esta llamada no ha existido y se siente muy dolida por la demanda que ha impuesto el torero a su hija Eugenia. Son unas "mentiras podridas todas", aseguraba a la salida de un restaurante sevillano acompañada de su amiga Carmen Tello.

A la pregunta de si algun día perdonará al extorero, respondía con un escueto "no creo". La relación que mantenían tanto la duquesa de Alba como el torero Francisco Rivera siempre había sido muy cordial pero la disputa por la custodia de su nieta ha hecho que la duquesa no le mire del mismo modo.

Eugenia Martínez de Irujo ha preferido guardar silencio sobre la polémica. Cuando fue a llevar a su hija al colegio, se mantuvo asediada en su coche con las ventanillas bajadas. Incluso al hermano de la duquesa de Montoro, Fernando Martínez de Irujo, le preguntaron por la polémica durante un acto en la exposición El Legado Casa de Alba, al que también asistió Genoveva Casanova, la exmujer de Cayetano Martínez, quien guarda unas excelentes relaciones con la familia.