Julie Andrews decepciona a sus seguidores en su regreso a los escenarios

Londres. La actriz y cantante Julia Andrews, a quien todos recuerdan con cariño por su voz y sus cualidades de actriz en Sonrisas y Lágrimas o Mary Poppins, ha decepcionado a la afición en su vuelta a los escenarios este fin de semana. Varias decenas de las diez mil personas que habían pagado hasta 140 libras por entrada para oírla cantar en la O2Arena londinense, abandonaron la función antes de que terminara y algunos pidieron incluso que se les devolviera el dinero.

El concierto había sido anunciado como Una tarde con Julie Andrews, pero la artista se limitó a cantar algunos números, desapareció del escenario durante buena parte de la función, dejando cantar a sus acompañantes, y al final leyó algunas páginas de un libro infantil que ha escrito al alimón con su hija. La actriz británica había advertido antes del concierto, el primero que daba en su país natal desde hacía treinta años, de que su voz no estaba totalmente recuperada de la operación en sus cuerdas vocales a la que se sometió en 1997.

Muchos aficionados acusaron a los promotores del concierto de engañarles. Mark Shenton, crítico de la revista teatral The Stage, dijo no haber visto nunca salir "a tanta gente del auditorio durante una función". La propia actriz confesó la pasada semana: "Ya no canto como solía, así que hago todo lo que puedo por informar a la gente de que no pueden esperar de mí algo imposible". El periódico no es tan duro como han sido muchos blogueros, y explicó que aunque su voz no tenga ya las cualidades que la hicieron famosa, no ha perdido "su cristalina articulación", y, algo más importante, Julie Andrews demostró una vez más tener una "calidez" como actriz difícil de imitar.