Iñaki Urdangarin ha vuelto a ser noticia por su estilo de vida y sus presuntas demandas económicas a la Familia Real. Tras un tiempo de aparente calma tras el divorcio con la infanta Cristina, y según indican algunas fuentes, el alavés habría reclamando más dinero al rey emérito para mantener su nivel de vida. 

La situación ha puesto en el foco mediático los acuerdos que supuestamente se establecieron en su momento para asegurar el silencio de Urdangarin, así como los conflictos que este pacto ha provocado en la familia Borbón.

Imagen de Iñaki Urdangarin Europa Press

Acuerdos de silencio

Tal y como apunta la información difundida por el periodista Juan Luis Galiacho y Elnacional.cat, Juan Carlos I prometió a Urdangarin una compensación económica como parte de un acuerdo informal. En aquel momento, el caso Nóos estaba en su punto más álgido y amenazaba con involucrar a otros miembros de la familia real

El emérito supuestamente acordó con el exyerno que recibiría 2 millones de euros por renunciar a contar su historia en un libro que le ofreció una editorial de renombre, y se comprometió a abonarle mensualmente 25.000 euros como compensación adicional. 

Sin embargo, la citada suma de 25.000 euros parece insuficiente para el exjugador de balonmano, quien ahora reclamaría hasta 50.000 euros mensuales para sufragar lo que considera su "elevado tren de vida". 

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia, una vida lujosa

La situación de Urdangarin se complica por su estilo de vida ostentoso. Desde su separación, ha mantenido una relación pública con Ainhoa Armentia, y juntos han llevado una vida de viajes y gastos lujosos. 

La pareja ha sido vista en destinos como Camboya, Suiza, Londres, Mallorca, etc. Durante estos viajes, habrían frecuentado hoteles de cinco estrellas, restaurantes Michelin, y realizado costosas excursiones.

En una ocasión, la pareja incluso solicitó una botella de champagne valorada en 2.000 euros, lo que ha generado indignación en la opinión mediática. Esta vida de lujos, al parecer, no se sostiene por ingresos propios

De acuerdo con la información disponible, todos estos gastos salen de los fondos personales del rey emérito.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia RAUL TERREL-EP

La resistencia de la Infanta Cristina

Por su parte, la infanta Cristina, su exmujer, quien ha intentado mantenerse alejada de la polémica tras el divorcio, estaría profundamente molesta por lo que considera una explotación de los recursos de su familia. 

Su relación con Urdangarin terminó marcada por el desgaste personal, y si bien aceptó el acuerdo de divorcio tras la intervención de Juan Carlos I, a día de hoy parece ver con incomodidad cómo su exmarido sigue beneficiándose de la familia real.

La preocupación de la infanta también radica en el impacto económico a largo plazo. Cuando Juan Carlos I ya no esté, el ingreso anual de la infanta (de alrededor de 400.000 euros) no será suficiente para cubrir los 50.000 euros mensuales que pide Urdangarin, una cifra que representa 600.000 euros anuales

Esta cantidad superaría considerablemente los ingresos de la infanta, quien tendría que asumir una carga económica insostenible.

La amenaza de “irse de la lengua”

A esto se suma un elemento de presión: Urdangarin habría insinuado la posibilidad de revelar información sensible si no se accede a sus peticiones económicas. Aunque no se han especificado los detalles de esta “amenaza”, las implicaciones son claras. 

La familia Borbón ha enfrentado varias crisis de reputación en la última década, y la divulgación de nuevos detalles sobre la relación entre la familia real y los fondos de Urdangarin podría agravar su deteriorada imagen pública.

Este escenario plantea serias preguntas sobre el papel de la monarquía y el uso de recursos públicos y privados para satisfacer demandas personales, sobre todo cuando involucra a miembros que ya no forman parte activa de la familia real.

Una nueva etapa

Iñaki Urdangarin se encuentra en una nueva fase de su vida tras materializar su divorcio con la infanta Cristina. Aunque el alavés trata de alejarse todo lo posible de los focos mediáticos, no dejan de circular rumores sobre sus planes de futuro con Ainhoa Armentia, su actual pareja. 

De hecho, mientras los dos viven centrados en consolidar su relación y seguir dando pasos hacia algo más, han surgido rumores acerca de una hipotética boda y la posibilidad de tener hijos en común.

Aun así, la pareja, que ya lleva dos años de amor, no parece que tenga intención de tener descendencia, si bien es una ilusión que compartirían. Esto se debería a que ambos tienen hijos de anteriores relaciones y no lo considerarían oportuno.

Eso sí, no descartarían pasar por el altar en un futuro. Es más, tal y como ya apuntó la colaboradora Sandra Aladro, del programa ‘Vamos a Ver’  de Telecinco, la boda “está en sus planes”.